Con la llegada del verano y el cierre de la temporada radiofónica ha llegado el momento de hacer balance y comenzar a sentar las bases de cara al próximo mes de septiembre. Después de las cifras vertidas en el último EGM, tanto la Cadena SER como COPE están obligadas a llevar a cabo cambios si quieren frenar la pérdida de oyentes que sufrieron en el último Estudio General de Medios.
En lo que se refiere a la emisora de los obispos, el EGM del mes de junio dejó una importante pérdida de 223.000 oyentes, frenando en seco las aspiraciones de COPE de recortar distancias a la Cadena SER y sumando 2.686.000 fieles. Fernando Giménez Barriocanal, presidente de COPE, apuntaba en el mes de abril que tanto Carlos Herrera, como el equipo de deportes eran las principales apuestas de la emisora.
Ambos sufrieron una importante pérdida de oyentes, que dejan tocados los pilares de COPE. Aunque es cierto, que la pérdida de oyentes ha sido generalizada, el matinal conducido por Herrera, no logró batir su tercer récord consecutivo y bajó de la barrera de los dos millones de oyentes y marca el objetivo de cara a la próxima temporada en recuperar estas pérdidas y seguir recortando distancias con Hoy por hoy.
Este patrón se repite en las principales franjas. Tampoco cerró con éxito el último tramo de la temporada Ángel Expósito, que se despidió de la tarde de Cope perdiendo 135.000 oyentes. En septiembre debutará sustituyendo a Juan Pablo Colmenarejo en La Linterna con un reto claro: recuperar la confianza de los oyentes del programa, que ahora mismo se cifran en 686.000.
La única alegría que ha tenido COPE en los últimos meses ha llegado de la mano de Juanma Castaño y el equipo de El partidazo, que mejora en oyentes y se consolida como la segunda opción de los deportivos de la noche, recortando distancias con su máximo competidor, El Larguero de la Cadena SER.
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