Cada etapa de la vida de la mujer tiene sus particularidades y necesidades específicas de atención sanitaria, por lo que son recomendables las revisiones ginecológicas regulares desde la adolescencia. “Eso nos permite prevenir y diagnosticar precozmente las enfermedades, además de ofrecer a cada mujer la atención que requiere de forma individualizada. Los buenos hábitos de vida, el cribado de las enfermedades de transmisión sexual y la vacunación frente al virus del papiloma nos ayudan a reducir significativamente la patología de la mujer en el futuro”, indica la Dra. Cristina Canseco Martín, coordinadora médico de HM Gabinete Velázquez. La Unidad de la Mujer del centro de HM Hospitales ofrece unos servicios asistenciales integrales, especializados y multidisciplinares a mujeres de todas las edades.
En este sentido, la Dra. Canseco pone el acento en el inicio temprano de las revisiones ginecológicas, cuya periodicidad varía en función de las necesidades de cada una, pero que se recomienda, como norma general, cada año o año y medio. “Hay muchas niñas con menarquías precoces e hipermenorreas desde el inicio de sus reglas que pueden ser estudiadas y tratadas desde muy jóvenes. Niñas con dismenorreas incapacitantes o con trastorno de la alimentación asociados que requieren apoyo y tratamiento para mejorar su calidad de vida”, explica.
Sobre la vacunación frente al virus del papiloma humano (VPH) en las adolescentes jóvenes, la especialista subraya que “si bien esta medida ha jugado a nuestro favor, sigue siendo necesaria la valoración citológica tras las primeras relaciones sexuales”.
Todas las etapas de la mujer
La Dra. Canseco señala la importancia de tener en cuenta las necesidades específicas de cada tramo de edad. Así, hasta los 20 años “podemos encontrarnos fundamentalmente alteraciones del ciclo menstrual, dolor menstrual y durante las relaciones sexuales. Muchas jóvenes a estas edades también se plantean la elección de algún método anticonceptivo”. Hasta los 30 años se mantienen estos problemas, aunque cobra mayor importancia la anticoncepción y el cribado citológico de lesiones por el VPH.
Entre los 30 y 40 años, según explica la Dra. Canseco, se añade todo lo que tiene que ver con la maternidad, así como la preocupación sobre el estado del suelo pélvico tras el parto. A partir de los 40, se suma una mamografía para prevenir el cáncer de mama y, cumplidos ya los 50, “nos centramos en la perimenopausia y la menopausia, con los cambios fisiológicos que esto comprende y que pueden requerir de la intervención de otros especialistas como el endocrino o el cardiólogo. También comienza en ese momento la preocupación por la pérdida de masa ósea, que se mantiene a partir de los 65 años, cuando comienza una nueva etapa en la que se hace necesario tratar especialmente, además de todo lo anterior, los problemas relacionados con la atrofia y debilidad del suelo pélvico como los prolapsos o la incontinencia urinaria”, explica la especialista de HM Gabinete Velázquez.
Por otra parte, la Dra. Canseco reconoce que “existen todavía muchos mitos y tabúes en relación con los temas ginecológicos, tanto entre las adolescentes como entre las mujeres adultas. Nos damos cuenta de que la información que llega a las pacientes no es suficiente, por ello tratamos de ofrecerles toda la información sobre enfermedades sexuales, anticoncepción, pérdida del deseo sexual o incontinencia urinaria”.
Unidad de la Mujer de HM Gabinete Velázquez
HM Gabinete Velázquez cuenta con distintas unidades especializadas, como la de patología cervical y tracto inferior, osteoporosis y menopausia, patología mamaria, ecografía de alta resolución, obstetricia de alto riesgo y posparto, suelo pélvico, unidad de adolescencia y anticoncepción, unidad quirúrgica, láser ginecológico y ginecología general.
