El nuevo curso radiofónico ha comenzado con polémica en Onda Cero. La emisora de Atresmedia decidió entregarle a Juan Ramón Lucas las riendas de La brújula con el objetivo de recuperar la tercera plaza en la franja nocturna, después de que el programa cerrase la temporada con 372.000 oyentes.
Con motivo de la llegada de Lucas, el programa ha sumado a nuevos colaboradores. Entre ellos, destaca el de Cristina Seguí, exmiembro de la Ejecutiva Nacional de VOX y colaboradora de Espejo público o El gato al agua, cuya incorporación a La brújula ha causado cierto revuelo en las redes sociales debido a su polémico perfil. “Manipuladora”, “fascista” o “totalitaria” son algunos de los adjetivos que los internautas han repetido tras conocerse la noticia, echando en cara al presentador la idoneidad de su fichaje.
El locutor no se ha escondido y ha respondido a las críticas a través de su perfil de Twitter. “Como veo que hay mucho tolerante con los demás siempre que piensen como él (o ella) que se rasga las vestiduras porque he fichado a Cristina Seguí, voy a aclarar un par de cosas a ese público “tolerante” en particular y al personal tuitero en general”, afirma.
Como veo que hay mucho tolerante con los demás siempre que piensen como él (o ella) que se rasga las vestiduras porque he fichado para @BrujulaOndaCero a @CristinaSegui_ voy a aclarar un par de cosas a ese público “tolerante” en particular y al personal tuitero en general. Va:
— Juan Ramón Lucas (@JuanraLucas) 16 de septiembre de 2018
“Jamás he puesto límite a la libertad de expresión de quienes colaboran en mis programas, en especial si su punto de vista era diferente al mío. Solo puedes crecer si alguien te saca de tus errores. La complacencia no te deja avanzar”, asegura, señalando que “el rasgo principal de Onda Cero en general y de La brújula en particular es la pluralidad. Eso nos otorga valor y audiencia. Salvo entre los sectarios, claro”.
El principal argumento esgrimido por Lucas se centra la necesidad de una pluralidad ideológica en la tertulia, lo que, según su criterio, “enriquece el debate y nos hace crecer”. “El problema es cuando dejamos fuera de ese pluralismo a los que nos molestan”, continúa. “En cuanto a Cristina Seguí, que yo sepa defiende sus ideas de forma pacífica y sin intentar imponerlas. Los que censuran su presencia por sus ideas están ejerciendo la intolerancia de que le acusan a ella”, asevera.
Por último, el comunicador recuerda su sonada salida de RNE para mandar un recado a sus detractores. “Lo más curioso de la polémica de ayer sobre los fichajes es que la gente que decía apreciar mi pluralismo en RNE me reprocha que en Onda Cero dé voz a quienes están ideológicamente en posiciones cercanas a los que me echaron. Yo estoy donde siempre, ellos no sé”, remata.
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