Presunto culpable abre este martes la temporada de series de Atresmedia. La ficción, una de las grandes bazas de Antena 3 para este curso, cuenta la historia de Jon Aristegui (Miguel Ángel Muñoz), un reputado biólogo que vive en París. Tras recibir una llamada que le informa de que su padre ha muerto, se verá obligado a volver al pueblo del País Vasco donde nació y que abandonó seis años atrás. Allí, se enfrentará a los fantasmas de su pasado y a un misterio que nunca llegó a resolverse: la desaparición de su novia, Anne Otxoa (Alejandra Onieva).
En el centro de todas las tramas estará Miguel Ángel Muñoz, que regresa a la televisión por todo lo alto. “Es un reto que impresiona pero se coge con muchas ganas y respeto”, afirma el actor, que bromea acerca de su constante presencia en la serie. “Si a alguien no le gusto, vamos mal porque estoy todo el rato”, asegura, entre risas.
Uno de los aspectos a destacar de Presunto culpable es su factura visual. “Haber grabado el 70% de cada episodio en exteriores naturales es espectacular, no está pagado”, indica, remarcando que “el entorno del País Vasco ayuda mucho a meterte en la atmósfera y a contar la historia”. La principal novedad de la ficción son los flashbacks, a través de los cuáles se van conociendo nuevos detalles de la historia. “Según se va recordando el pasado, el espectador se dará cuenta de que nadie conoce a nadie. Pero no solo en el presente sino, sobre todo, en el pasado, cuando todos éramos una familia”, señala el intérprete.
“Me enteré de quién era el culpable pero engañé al resto haciendo que no lo sabía”
La ficción española está cambiando y solo hay que fijarse en ciertos detalles para comprobarlo. Mientras que, hace unos años, las cadenas cogían productos con final cerrado y decidían alargarlos hasta la saciedad si tenían éxito, la tendencia actual se central en temporadas cortas y autoconclusivas. “Más allá de que pueda renovar, el proyecto se concibe como una temporada, es una historia con principio y final para no engañar al espectador. Si la cadena decide hacer una segunda temporada, se contará otra historia, que hay mucho para sacar”, asevera Miguel Ángel Muñoz.
Muñoz se enfrenta a un papel lleno de aristas en el que nada es lo que parece. “Al principio, no nos dijeron a ninguno quién era el culpable pero yo, que soy muy inquieto, me enteré muy pronto pero les tuve a todos engañados haciendo que no lo sabía. Como actor, era importante saber si era culpable porque, más allá de que lo fuese o no, ya había tomado la decisión de ir a muerte con Jon y justificar lo injustificable”, comenta, argumentando su necesidad de “ir de la mano del personaje, sin cuestionarle o juzgarle, encontrando todos los motivos para comprender por qué actuó de esa manera”.
En cuanto a las escenas de cama, el actor se congratula de “no perder la camiseta fácilmente”. “Para tener tantas secuencias, hay muy poca exhibición de cuerpos. No se abusa para nada, no en todos los episodios nos quitamos ropa”, continúa, asegurando que “las escenas sexuales que hay en la serie corresponden con el nivel de pasión y entrega”.
Con gran sentido del humor, Miguel Ángel se lamenta de que “siempre se abusa de los desnudos” en la series españoles y explica que, por más que los espectadores se imaginen que son divertidas de grabar, la realidad es totalmente distinta. “Son escenas violentas, incómodas, con mucha gente mirando… Por suerte, he tenido mucha confianza desde el principio con las actrices con las que tengo que compartir este tipo de escenas en Presunto culpable”, remata.
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