El parabrisas del coche se convertirá en la parte más importante de nuestro vehículo, al menos para el mercado publicitario y los distribuidores de contenidos. Será con la llegada del coche autónomo, momento en el que ese tiempo que invierte el conductor en mirar al frente se transforme en tiempo de trabajo, descanso y/o entretenimiento. En cualquier tipo de trayecto, el conductor tendrá frente a sí mismo acceso al mundo global, a contenidos (entretenimiento, información,…) y a publicidad.
La ciudad alemana de Francfort acogió el pasado mes de junio el evento “Best of Belron”, organizado por el especialista en cristalería del automóvil. Esta marca, que opera en España bajo el nombre de Carglass, presentó el informe “Window to the future” con las claves del mercado actual y futuro de la cristalería del automóvil. En el mismo, el fabricante de lunas se aventura a decir que la aparición del coche autónomo permitirá convertir el vehículo en un salón familiar antes de lo que creen los escépticos; así, el informe se aventura a predecir que será ya en 2020 cuando el parabrisas se convierta en una pantalla inteligente en la que poder acceder a Internet, ver películas o hablar con los amigos a través de las redes sociales.
El vicepresidente ejecutivo de Axel Springer, Christoph Keese, estuvo presente en el evento para pronunciar la charla “El coche del futuro habita en Internet: Cómo la digitalización está cambiando la industria”; Keese pronosticó un cambio total del modelo del negocio del automóvil porque el “parabrisas va a convertirse en la parte más importante del coche”. Así, todas las horas invertidas en traslados, o buena parte de ellas, podrían transformarse en consumo de contenidos y, por ende, de publicidad. Este hecho, según datos globales de Carglass, podría suponer que los ingresos por la venta de espacios publicitarios y el acceso a otros servicios de contenidos generarían unos ingresos 46 veces superiores al de la venta de los propios vehículos.
Minority Report sería una realidad
El técnico especialista de Belron Gwen Daniel indica en el informe de la marca que “el cielo es el límite” y señala que el coche “podría ser como en la película Minority Report, donde la gente hace todo tipo de cosas con el parabrisas”. Todos estos cambios irían unidos a un avance tecnológico en la fabricación de los cristales, ya que se aspira a lograr que puedan modificar su opacidad para permitir una correcta visualización.
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