Tras el estreno el pasado martes de la segunda temporada de Estoy vivo, las cadenas ya han lanzado su primera tanda de ficciones para esta campaña. La 1 es la que más acumula con tres series, mientras que Telecinco y Antena 3 han emitido una nueva cada una en estas primeras semanas del nuevo curso.
La primera en llegar fue El continental. Precedida por demoledoras críticas, la serie protagonizada por Michelle Jenner y Alex García tampoco consiguió el respaldo del público y aterrizó en la parrilla de La 1 con un 10,4% de share y 1.523.000 espectadores, convirtiéndose en la ficción que peor se ha estrenado en lo que va de temporada. Además, su segundo capítulo ahondó en la debacle y se quedó con la mitad de seguidores, marcando un 5,7% de cuota de pantalla y 793.000 televidentes.
Un día después, le tocó el turno a Presunto culpable, una de las grandes apuestas de Antena 3 para este otoño. La serie, protagonizada por Miguel Ángel Muñoz, desembarcó en la noche del martes con GH VIP: Límite 48 horas como principal rival a batir y firmó un 16% de cuota de pantalla y 2.266.000 espectadores. Por su parte, el segundo episodio anotó un 13% de share y 1.853.000 fieles.
La tercera ficción que entró en liza fue Cuéntame cómo pasó, que afronta la segunda parte de su decimonovena temporada con la marcha de Carlos (Ricardo Gómez) y Karina (Elena Rivera) cada vez más cerca. La serie regresó el pasado jueves bastante alejada de los datos que obtuvo a principios de año y cosechó su mínimo histórico de espectadores tras obtener un 15,4% de share y 2.210.000 seguidores.
Telecinco esperó hasta el 24 de septiembre para lanzar su primer estreno en materia de ficción de esta temporada. El lunes fue el día elegido para lanzar Vivir sin permiso, la serie protagonizada por José Coronado y Alex González que se ha convertido en una de las grandes apuestas de la cadena de Fuencarral en los últimos años. Los resultados fueron agridulces ya que, pese a marcar un buen resultado (19% de share y 2.590.000 espectadores) en su ajustado duelo con Palmeras en la nieve, Vivir sin permiso empeoró ostensiblemente los datos habituales de The good doctor, la oferta que venía ocupando la noche del lunes.
Estoy vivo esperó hasta el último martes de septiembre para ver la luz. La serie, una de las revelaciones del pasado curso, intentó hacerse un hueco en una de las noches más complicadas de la semana, con GH VIP: Límite 48 horas y Presunto culpable como rivales a batir. La ficción de Javier Gutiérrez atrapó a un 11,5% de share y 1.665.000 espectadores, lo que le llevó a perder casi medio millón de fieles con respecto al desenlace de la primera temporada. Eso sí, pese a ser la tercera opción, duplicó los números cosechados por Sabuesos siete días antes y mejoró la media diaria de la cadena.
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