Ikea está en el punto de mira después de que una coalición internacional de sindicatos haya exigido la investigación de numerosas violaciones de los derechos de los trabajadores. La queja ha sido entregada al Punto de Contacto Nacional holandés de la OCDE debido a que la compañía tiene su domicilio social en Holanda.
Tal y como asegura el portal lacelosia.com, la queja presentada por este compendio de sindicatos, describe las sofisticadas estrategias de la gerencia de IKEA para evitar que los trabajadores se unan o establezcan sindicatos. Entre los diferentes sindicatos que han presentado esta queja, se encuentra UNI Global Union, quien, por boca de su secretaria general, ha asegurado que “la alta dirección de la compañía ignoró repetidamente las señales de alarma que los trabajadores y los sindicatos han planteado sobre las violaciones de derechos en sus tiendas en todo el mundo. Así que le pedimos al Gobierno holandés que intervenga para garantizar que podamos poner fin a estas prácticas inaceptables”.
Tal y como asegura el mismo portal, los empleados de IKEA en varios países quieren formalizar la sindicalización para abordar graves problemas en el lugar de trabajo, como condiciones laborales estresantes, programación errática o injusta, políticas de licencia por enfermedad, acoso sexual y otras formas de juicio a los trabajadores.
En esta misma línea, desde Estados Unidos se acusa a la gerencia de tergiversar de forma repetida la importancia de la afiliación sindical dando a los trabajadores la impresión de que sus salarios y condiciones serían significativamente peores si votaran para formar un sindicato. Por otra parte, desde Irlanda, otro de los sindicatos ha denunciado a la dirección por crear un entorno represivo y antisindical. Además, desde Lisboa (Portugal), los empleados de IKEA se han organizado bajo el sindicato SITESE para lograr un acuerdo colectivo, acusando a la gerencia de Ikea de crear un clima de temor entre los trabajadores.
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