El pasado mes de agosto, Organización de Consumidores y Usuarios (OCU) presentaba una campaña que defendía la posibilidad de que los consumidores pudieran solicitar agua de forma gratuita en los establecimientos; esto, según la asociación, debía articularse a través de una ley nacional. Un mes más tarde, Unidos Podemos presentaba una proposición no de ley para obligar a ello a los hosteleros, medida que asemejaría la hostelería española a la de otros países como Francia y Estados Unidos; en estos, es habitual poder obtener agua del grifo sin ningún sobrecoste.
Los impulsores de esta medida consideran que no tendría apenas repercusión económica para los comercios porque, según sus cálculos, el coste del litro de agua sería inferior a un céntimo. Éste sería el coste material, pero la aplicación inmediata de esta norma trastocaría toda la planificación estratégica y financiera de las principales marcas embotelladoras de agua; así, Danone ha presentado hace apenas unas semanas, a través de su marca Font Vella, una nueva línea de productos destinados a la hostelería cuya comercialización sufriría un duro revés de aprobarse la medida con carácter inmediato. El director general de Aguas Danone en España, François-Xavier Lacroix, hablaba hace dos meses sobre este tema con los compañeros de elEconomista y hacía referencia a la posibilidad de obligar a los hosteleros a ofrecer agua gratis; en su opinión, “si el agua ya se ofrece de antemano, (los consumidores) piden otras bebidas y no se la beben”.
La otra parte afectada de la medida sería la responsable del local donde se sirve el agua, es decir, el hostelero. Estos recalcan que nunca se le ha negado un vaso de agua a un cliente y desde la Federación Española de Hostelería (FEHR) se ha señalado su intención de luchar activamente contra una ley que consideran que les obliga a regalar parte de su trabajo y que no tiene en cuenta los costes a los que deben hacer frente habitualmente.
En todo caso, vistos los antecedentes, parece que la medida sí podría salir adelante. Así, era febrero de este año cuando el PSOE ya llevó al congreso otra proposición no de ley frente a la obesidad en la que sugería que se promoviese en los establecimientos de hostelería y restauración ofrecer “a sus clientes la posibilidad de consumir agua de grifo de forma gratuita y complementaria a la oferta del propio establecimiento”. Vistos los acercamientos entre PSOE y Unidos Podemos en los últimos meses, parece claro que la medida terminará saliendo adelante, aunque habrá que comprobar en qué términos y/o condicionantes.
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