La campaña de las elecciones de Andalucía arrancó la pasada madrugada de forma oficial; se celebrarán el próximo dos de diciembre y el Centro de Investigaciones Sociológicas ha presentado esta semana a la actual presidenta de la Junta, Susana Díaz, como la principal favorita. Según el CIS, la socialista vencería con claridad sobre la segunda formación, pero sin conseguir una mayoría abrumadora como en tiempos pasados. En todo caso, la incertidumbre sobrevuela unas elecciones en las que algunas formaciones aspiran a consolidar sus marcas mientras que otros esperan no sufrir unos malos resultados como consecuencia de sus últimos escándalos.
Así, el PSOE volverá a acudir a las urnas contando también con el liderazgo del Gobierno, aunque parece que Pedro Sánchez no tendrá demasiado protagonismo en la campaña; sin ir más lejos, su participación en la XXVI Cumbre Iberoamericana de Jefes de Estado y de Gobierno ha provocado que el inicio de la misma le haya pillado en Guatemala. La poca sintonía entre ambos líderes ha provocado que tome protagonismo el expresidente del Gobierno Felipe González, a quien Díaz recibió esta misma semana en un acto de precampaña. El sevillano sigue siendo un talismán entre las filas socialistas, aunque en los últimos días aceptaba la posibilidad de tener que pactar con Podemos para gobernar.
Los socialistas deberán mostrar, y demostrar, su compromiso contra la corrupción para desviar los diversos mensajes que llegarán hacia ellos como consecuencia del juicio de los EREs. La propia presidenta andaluza debió declarar en el Senado la semana pasada y ésta le ha tocado el turno a uno de sus predecesores: Manuel Chaves. Sin duda el equipo de la campaña socialista deberá tener preparada una estrategia alternativa en caso de que se conozca la sentencia del caso en plena campaña, lo que podría suponer un duro golpe si no se gestiona de la forma correcta.
Por su parte, Adelante Andalucía se presenta como la opción del voto útil para aquellos que no quieran votar de nuevo al PSOE, pero sí deseen prestar su apoyo a un partido de izquierda. Bajo la bandera de la regeneración política andaluza, no tendrán problema en disparar hacia todos los lados; así, echarán en cara al gobierno de Díaz sus numerosos escándalos en materia de corrupción. Y en el otro lado tendrán al Partido Popular, a quienes sin duda relacionarán con las diversas políticas que impulsó Mariano Rajoy. Teresa Rodríguez (Podemos Andalucía) y Antonio Maíllo (IULV-CA) encabezan una formación que aspira a consolidarse y lograr un cambio en el poder de la Comunidad, que ostenta el PSOE desde hace cuarenta años.
Mientras, el Partido Popular, y más concretamente Pablo Casado, tendrá ante sí su primera gran prueba de fuego puesto que deberá comprobar si su presencia permite relanzar la confianza en los populares. Sin duda, no faltará en su campaña el recuerdo de los EREs, barco de batalla de los populares y asunto que han conseguido llevar al Senado a través de una Comisión de Investigación. Si bien es probable que Casado se vuelque en la campaña, lo hará para apoyar a Juan Manuel Moreno con quien no debería tener demasiada sintonía después de que apoyase a Soraya Sáenz en las primarias de la formación. Habrá que ver si los problemas internos no se reflejan en los resultados electorales tal y como vaticina el CIS, que indica un posible hundimiento, puesto que ya hace unas semanas Moreno tuvo que apagar el fuego provocado por la exministra Tejerina después de que dijese que “un niño de diez años sabe lo que uno de ocho años en Castilla y León”.
Por último, Ciudadanos espera consolidar su marca en Andalucía como un primer paso para dar el gran salto en la política nacional; Albert Rivera se volcará en una campaña con la que aspira a traducir la buena imagen que indican todas las encuestas sobre su liderazgo en unos buenos resultados. Sin duda, la formación naranja no tendrá problema en golpear al PSOE por los casos de corrupción, en vincular a Adelante Andalucía con los problemas de Venezuela y al Partido Popular por las políticas llevadas a cabo por Mariano Rajoy cuando estaba al frente del Gobierno; al tiempo que también se presenta como la auténtica regeneración democrática. Todo ello al tiempo que separa su discurso del de Susana Díaz, a quien su candidato Juan Marín convirtió en Presidenta de Andalucía y con quien decidió romper el pasado mes de septiembre.
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