Según el Instituto Nacional de Estadística (INE) de España, las enfermedades cardiovasculares son la primera causa de muerte de los españoles, además de afectar a la calidad de vida de los afectados.
Entre ese grupo de enfermedades, existen algunas de base genética, es decir, que se deben a modificaciones en nuestros genes (mutaciones) que provocan alteraciones en el funcionamiento correcto del corazón y que pueden heredarse. Esa capacidad de trasmisión a la descendencia lleva a los especialistas a estudiar, no solo al individuo, sino a las familias, y detectar así a otros posibles afectados.
Este es el planteamiento de la nueva Unidad de Cardiopatías Familiares del adulto del Hospital La Luz y de su responsable, el Dr. Marcos García Aguado, con una visión integral de este tipo de enfermedades, que abarca desde el consejo genético, laboral, deportista, hasta la implantación, cuando sea preciso, de dispositivos terapéuticos avanzados.
“Utilizamos las últimas técnicas diagnósticas, que incluyen estudios genéticos de alta calidad y de referencia internacional. Debemos intentar detectar de forma precoz a los posibles afectados, estudiando a las familias, anticipándonos a las complicaciones y aplicando medicina preventiva”, asegura García Aguado.
Las cardiopatías familiares (origen genético) son un grupo de enfermedades que se asocian a cuadros graves como la muerte súbita arritmogénica, que puede ser la primera manifestación de la patología. Para este especialista, en algunas de ellas, nos podemos anticipar a las manifestaciones clínicas, gracias a los estudios genéticos.
En el Hospital La Luz, el Servicio de Cardiología pone en marcha esta unidad exclusivamente orientada a estas patologías, centrada tanto en el paciente como en sus familias. Tal y como explica el doctor Marcos García Aguado, además, facilitamos la valoración de las familias, trabajando de forma coordinada con la Unidad de Cardiología Pediatría, dirigida por el doctor Constancio Medrano.
“Si sospechamos que podemos tener una cardiopatía familiar o tenemos algún familiar afectado por una de estas patologías, lo recomendable es realizarle un estudio, para saber si somos portadores de la enfermedad y lo que eso implica, tanto para nosotros como para nuestra descendencia. Sin lugar a duda, es mejor conocer la información, que nos permitirá tomar las decisiones oportunas, para llevar una vida lo más saludable posible”, concluye García Aguado.