Tras una semana convulsa para el Rey Juan Carlos I, muy criticado por su fotografía con el príncipe heredero saudí Mohamed bin Salmanen en el Gran Premio de Abu Dabi de Fórmula 1, la Zarzuela se ha decidido a rehabilitar su figura durante las celebraciones del cuarenta aniversario de la Constitución. El saudí es considerado uno de los responsables del asesinato del periodista Jamal Khashoggi y la imagen en la que se veía a ambos conversando provocó numerosas críticas a la institución; además, hay que destacar que el monarca se desplazó hasta los Emiratos Árabes junto a la infanta Cristina, también en la picota debido a que su marido Íñaki Urdangarín se encuentra en la cárcel.
Los responsables de Casa Real han decidido que Juan Carlos I reciba hoy junto a Felipe VI al Consejo Asesor de las Cortes Generales para conmemorar el aniversario de la Carta Magna; este grupo está integrado por personas de gran prestigio por lo que el rey emérito tendrá un papel protagonista en la celebración a pesar de haberse convertido en las últimas fechas en una figura delicada para los responsables de Zarzuela. Estos no han conseguido controlar sus actos y ponerlos en común con la campaña de imagen de Felipe VI, colaborando con La Moncloa en la defensa de España ante la OTAN o participando junto al Ministro de Asuntos Exteriores, Josep Borrell, en la toma de posesión del nuevo presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, el pasado fin de semana.
Además, Juan Carlos acudirá mañana martes junto a la que es todavía su esposa, la Reina Sofía, a la exposición “Democracia 1978-2018”; esta muestra se podrá ver en el edificio Caixaforum de Madrid hasta el mes de marzo. Aunque la presencia del monarca en los actos no se quedará ahí, puesto que jueves también estará en el Congreso de los Diputados junto a Sofía y a los Reyes Felipe y Letizia.
La inclusión de la figura del rey emérito en estas celebraciones supone una rehabilitación tras varios meses en los que sus actuaciones han dejado en evidencia a Casa Real y han provocado que algunas formaciones políticas, principalmente de signo republicano, critiquen duramente sus actos; el resto de partidos políticos incluso han evitado pronunciarse y han indicado que sus acciones son únicamente responsabilidad de Casa Real.
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