Consciente de que la patología alérgica pediátrica es, según la Organización Mundial de la Salud, la primera enfermedad global más frecuente en la infancia, el Hospital Universitario Infanta Elena, integrado en la red sanitaria pública madrileña, ha organizado recientemente su V Jornada de Alergología: actualización en diagnóstico y tratamiento de patologías alérgicas en Pediatría.
Este encuentro es el primero que profundiza a todos los niveles (alimentos, dermatitis atópica, medicamentos y respiratorio) en las alergias infantiles, un grupo de patologías cuyas formas más graves (dermatitis atópica grave y asma persistente moderado-grave) “suponen un pequeño porcentaje respecto al total, pero consumen muchos recursos sanitarios, por lo que los recursos terapéuticos actuales no son suficientes”, tal y como indica la Dra. Sandra Blanco Bermejo, especialista en Alergología del centro y directora del curso.
En este sentido, la especialista explica que una revisión del tratamiento de la patología alérgica pediátrica resulta necesaria hoy en día para los profesionales sanitarios debido a las novedades registradas: “El uso de fármacos biológicos desarrollados en los últimos años ha supuesto una revolución para el tratamiento de las formas graves de la enfermedad alérgica, como la dermatitis atópica grave o asma grave infantil”, asevera.
Entre los principales tratamientos novedosos, la alergóloga destaca también el empleo de la inmunoterapia alérgeno-específica para el tratamiento de la alergia persistente a alimentos como la leche o el huevo, con sus ventajas e inconvenientes. En este sentido, detalla que esta técnica supone una alternativa a la tradicional evitación del alimento, ya que consiste en “modificar la historia natural de la alergia alimentaria e inducir la tolerancia mediante la administración de cantidades progresivamente crecientes del alimento, manteniendo una exposición regular al mismo”.
Las alergias, cada vez más presentes en los niños
“La rinitis/rinoconjuntivitis alérgica es la patología más prevalente en las consultas de Alergología, seguida del asma bronquial, la alergia a los alimentos y la dermatitis atópica”, indica la Dra. Blanco. Igualmente, asegura que existe una percepción general de que la alergia ambiental y la alimentaria están aumentado en la población pediátrica, “pasando del 14,5 por ciento en 2005 al 20 por ciento en 2015 en alergia a alimentos o del 46,3 por ciento al 63,1 por ciento en alergia respiratoria”.
En relación al incremento en la prevalencia de la patología alérgica respiratoria, la doctora señala dos factores: la higiene y la polución ambiental. En cuanto a la primera hipótesis, concreta que “la exposición temprana a los microbios y a determinadas infecciones ayuda a que el sistema inmunológico se desarrolle y su defecto favorecería el desarrollo de la atopia y enfermedades alérgicas en general”. Sobre la contaminación, pone el acento en las partículas diésel “que modifican la alergenicidad del grano de polen y hacen que la alergia respiratoria sea más virulenta en las ciudades que en el campo”.
Asimismo, la responsable de la V Jornada de Alergología del Hospital Universitario Infanta Elena incide en que en los últimos años también estamos asistiendo a un aumento en la prevalencia y formas graves de la alergia alimentaria, “que se ha relacionado con factores como la genética del individuo, la edad, la microbiota intestinal, dosis del alimento y propiedades del mismo”. Por tanto, concluye que “aunque no está clara la causa de este incremento y formas graves de la enfermedad, éstos podrían deberse en parte a los cambios en los estilos de vida que hacen que cada vez consumamos alimentos más procesados industrialmente y fuera del ámbito doméstico”.