Diversos expertos se han reunido en la ‘Jornada Resultados en salud, de la teoría a la práctica’, celebrada en la Real Academia Nacional de Medicina, un evento organizado por Novartis, para promocionar y generar diálogo sobre cómo poner en práctica el concepto de Resultados en Salud y analizar un caso de éxito sobre seguimiento de resultados en la Comunidad de Madrid para obtener un mejor abordaje de la insuficiencia cardiaca (IC).
El concepto de “Resultados en salud” está bien estudiado, pero se practica poco. “Esta herramienta trata de cuantificar, analizar e interpretar los efectos de distintas intervenciones sanitarias, en condiciones de práctica médica habitual. Se trata de estudiar resultados finales de los tratamientos y las intervenciones que estamos realizando en el día a día. Esto es muy importante ya que ayuda al profesional sanitario a tomar decisiones más acertadas y razonables”, explica el Dr. Martinez Selles, Servicio de Cardiología del Hospital General Universitario Gregorio Marañón.
Asimismo, durante la jornada también se ha tratado la puesta en marcha del Registro prospectivo de pacientes con Insuficiencia Cardíaca Crónica, al respecto el Dr. Martínez Selles ha destacado que el objetivo de este sistema es “comprobar la utilidad de terapias con eficacia bien demostrada en ensayos clínicos en vida real. Queremos pasar de eficacia a efectividad, comprobando el beneficio en unos pacientes que se parecen poco a los super-seleccionados de los ensayos”.
Los avances en el abordaje de la insuficiencia cardiaca
El Dr. Martínez Selles dirige un estudio que analiza los datos recogidos en 10 hospitales madrileños que tiene como objetivo describir las características de los pacientes que reciben Entresto® (sacubitrilo / valsartán), medicamento de Novartis para el tratamiento de la Insuficiencia Cardíaca en la práctica clínica diaria.
La IC es una enfermedad crónica, debilitante y potencialmente mortal que se produce cuando el corazón es incapaz de bombear la sangre suficiente para satisfacer las necesidades del organismo, provocando síntomas como la hinchazón, la falta de aire, la fatiga o la tos. Se trata de la principal causa de hospitalización en personas mayores de 65 años1 y se prevé que su incidencia aumente debido, entre otros factores, al envejecimiento de la población.
Los importantes avances médicos en el abordaje de la insuficiencia cardiaca han venido a transformar la práctica clínica y el manejo de estos pacientes. Según ha afirmado durante el encuentro el director del Área de Market Access de Novartis Matías Pérez, resulta fundamental “medir el impacto de estas innovaciones en un entorno de vida real y evaluar sus beneficios en el pronóstico y en la calidad de vida de los pacientes. Sin duda, la medición de los ‘Resultados en Salud’ es una de las vías fundamentales para seguir avanzando en nuestro objetivo de mejorar significativamente la vida de las personas con insuficiencia cardiaca, dando respuesta a necesidades médicas urgentes, como son la reducción de las hospitalizaciones y del riesgo de muerte cardiovascular”.
Los retos de la medición y la evolución de los ‘Resultados de Salud’
La medición y evaluación de los ‘Resultados en Salud’ en la gestión clínica y el manejo de la insuficiencia cardiaca es un aspecto que necesita ser fomentado. La Dra. Nieves Tarín, directora médica del Hospital Universitario de Móstoles y presidenta de la Sociedad Castellana de Cardiología ha explicado que “los resultados clínicos, los resultados sobre el paciente y los resultados económicos de las intervenciones a realizar ayudan a pacientes, familiares y médicos a planificar y tomar decisiones sobre los tratamientos posibles.”
En este sentido, la recogida de datos con calidad puede convertirse en una pieza clave en el enriquecimiento de la Real World Evidence (RWE) siempre que se venzan algunos retos pendientes como pueden ser “la necesidad de actualización del conocimiento permanente, los diferentes grados de aplicación o los diferentes procedimientos y protocolos para alcanzar su aplicación” apunta la Dra. Tarin.
Por su parte, el Dr. Bover ha destacado que “el principal reto es tener datos de resultados en salud del mundo real que sean de calidad. Para eso debemos pensar, que, en el futuro, es absolutamente necesario trabajar conjuntamente con bases de datos administrativas y clínicas”. Asimismo, ha subrayado como uno de los grandes retos el conocer los datos de toda la población con IC y no sólo de los pacientes seleccionados, porque así, “podremos conocer mejor la epidemiología de enfermedades como la IC” lo que nos llevaría a “tener resultados en salud de gran calidad, no solo de hospitalizaciones y mortalidad.”
Este tipo de sistema todavía tiene margen de mejora, para Dr. Jose Carlos Obaya, coordinador del Grupo Enfermedades Cardiovasculares del SEMFyC, por ejemplo, la RWE tiene algunos desafíos por delante como “la mejora de las infraestructuras tecnológicas en los centros sanitarios permitiría mejorar la calidad y el volumen de los datos recogidos y facilitar su manejo por parte de los profesionales sanitarios o la importancia de que las bases de datos de los estudios midan sistemáticamente resultados en salud de manera rutinaria estandarizada.”
Los servicios sanitarios en el desarrollo de este tipo de herramientas
La mayoría de las bases de datos existentes recogen muchos datos administrativos pero pocas variables clínicas y con un número muy bajo de pacientes. Estos datos suelen tener escasa repercusión en los resultados en salud. Para mejorar este sistema, el Dr. Bover opina que “el cardiólogo debe actuar como un director de orquesta coordinando las actuaciones de todos los profesionales implicados para que, por un lado, dispongamos de fuentes de información válidas y fiables y, por otro lado, obtengamos resultados en salud positivos como son la reducción de las hospitalizaciones, la mortalidad y el gasto sanitario que va asociado a la IC.”
Por su parte, el Dr. Obaya ha afirmado que para perfeccionar este tipo de herramientas la atención primaria “debería incorporar de manera sistemática la necesidad de evaluar la calidad de vida relacionada con la salud del paciente con problemas crónicos y de los propios cuidadores, además, los sistemas de información deben contemplar la incorporación de una historia clínica electrónica única que permita la comunicación de los profesionales para brindar una atención más efectiva.”