El Presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, llegará esta tarde a Cataluña para entrevistarse con el President del Govern, Quim Torra, y mañana celebrar el Consejo de Ministros en Barcelona. Durante las últimas semanas, se ha mantenido en el aire la celebración de este encuentro e incluso ha habido dudas sobre cómo denominarlo; así, la vicepresidenta, Carmen Calvo, ha negado que fuese una “reunión de Gobierno a Gobierno” quitándole en cierto modo oficialidad.
La visita de Pedro Sánchez a Barcelona puede ser un hito del Gobierno central, puesto que está previsto que apruebe la subida del Salario Mínimo Interprofesional en el Consejo de Ministros y porque llega en un momento en el que todos los actores políticos están ejerciendo fuerza, tanto los CDR organizando disturbios como los políticos presos en huelga de hambre para denunciar su situación legal; además, no hay que olvidar a PP y Ciudadanos, formaciones que reclaman la aplicación de nuevo del artículo 155.
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Todo este clima sugería dificultades para organizar un encuentro entre los líderes del gobierno central y el catalán, con mayores reticencias públicas por parte del gobierno autonómico, cuya portavoz incluso calificó de “provocación” la celebración del Consejo de Ministros. En todo caso, parece que los responsables de organizar la reunión no han mantenido posturas tan distantes como las mostradas públicamente y sí tenían claro que debía producirse. Así, los vicepresidentes de ambas instituciones, Carmen Calvo y Pere Aragonès, mantienen una relación fluida, constante y lejana de la agitación política que se transmite a los medios de comunicación y a la calle; además, fuentes citadas por Crónica Global, indicarían que era precisamente el de ERC quien habría insistido más en que Sánchez y Torra se reuniesen en Barcelona.
Todo esto, indica que los responsables de ambos gobiernos son conocedores de la necesidad de mantener un diálogo constante para trabajar a favor de sus objetivos de cara al futuro: la aprobación de los presupuestos por una parte y lograr una mayor libertad autónomica o la independencia por otra, y que las diversas acciones de confrontación mostradas públicamente por la Generalitat para ‘caldear’ el ambiente en la calle, animando a los CDR a actuar, no sería el reflejo real de su actitud política.
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