El inicio de 2019 ha traído consigo una ola de gripe que ha puesto en alerta roja a varias comunidades. El frío ha causado que la enfermedad se haya propagado entre parte de la población y, como no podía ser de otra forma, también ha afectado a la televisión. Uno de los profesionales que ha caído enfermo es Antonio García Ferreras, cuya última aparición en Al rojo vivo data del pasado jueves 17.
Desde entonces, el periodista ha sido sustituido por María Llapart, que se ha encargado de conducir el programa durante estos días, cubriendo la huelga de los taxistas y la polémica que ha rodeado la salida de Íñigo Errejón de Podemos, entre otros temas, y entrevistando a diferentes políticos como Gaspar Llamazares, Rafa Mayoral, Irene Montero o Javier Maroto.{wbamp-show start}
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Pero la ausencia de Ferreras no ha resentido las audiencias de Al rojo vivo: el pasado viernes, el debate bajó hasta el 13,5% de cuota de pantalla y 836.000 espectadores, su peor dato desde la vuelta de las vacaciones navideñas. Pero este registro solo fue un pequeño bache, ya que el lunes 21 el espacio se elevó hasta el 16,3% de share y 1.041.000 televidentes, lo que supone su segundo mejor dato en lo que va de 2019.
Estas buenas sensaciones se mantuvieron en la entrega del martes 22, que anotó un 15,5% de cuota y 1.056.000 espectadores. Por el momento, Antonio García Ferreras no tiene fecha de vuelta, aunque se espera que el presentador regrese a Al rojo vivo en los próximos días. Mientras tanto, María Llapart continuará haciéndose cargo del programa.
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