La ola de gripe que afecta a España también ha atacado a la televisión. Y si no, que se lo digan a Antonio García Ferreras, que lleva desde el viernes 18 sin poder ponerse al frente de Al rojo vivo tras caer enfermo. El periodista ha sido sustituido por María Llapart, que ha solventado la papeleta con acierto, elevando los datos de audiencia de la tertulia de laSexta.
Llapart cogió las riendas del programa el viernes 18 con la crisis de Podemos, la huelga de los taxistas y el rescate de Julen como principales focos informativos. La periodista no comenzó con buen pie, ya que el espacio anotó ese día un 13,5% de cuota de pantalla y 836.000 espectadores, lo que supuso un ligero bajón con respecto a los números que suele cosechar Al rojo vivo.
Pero todo cambió con el inicio de la semana: la entrega del lunes 21 acumuló un 16,1% de share y 915.000 televidentes, mientras que el programa del martes 22 firmó un 15,5% de cuota y 1.056.000 seguidores. A partir de esa fecha, Al rojo vivo no ha bajado de la barrera del millón de espectadores, un dato que no había alcanzado en las dos últimas semanas.
El buen rendimiento ofrecido por María Llapart al frente del debate continuó el miércoles 23, fecha en la cual el espacio marcó un 15,5% de share y 1.085.000 seguidores. Un día después, Al rojo vivo cosechó un 15,4% de cuota y 1.069.000 espectadores, mientras que el formato cerró la semana manteniendo su línea con un 15,6% de share y 1.010.000 televidentes.
Más allá de la acumulación de varios temas que han suscitado el interés general y han elevado las audiencias de manera generalizada (con mención especial al seguimiento del rescate de Julen), María Llapart ha demostrado su solidez y buen hacer a la hora de asumir la conducción de Al rojo vivo en un momento de máxima tensión informativa, posicionándose como uno de los rostros jóvenes de laSexta con mayor proyección profesional.
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