Hace poco más de una semana José Antonio Abellán abandonaba Radio 4G después de una importante oleada de despidos. Esto supuso la puntilla definitiva para que el locutor y el que había sido su socio en los últimos años, Pablo Pereira, sacasen a la luz su mala relación. Pereira, dueño de la empresa Vértice 360 adquirió el 75% de Radio 4G tomando el mando de las decisiones empresariales.
Mientras tanto, José Antonio Abellán se quedaba al frente del 25% restante y se responsabilizaba de los contenidos editoriales de la radio en la que ha estado en los últimos años. Su salida hace escasos días ha provocado que Abellán desvele algunos de los detalles del entramado empresarial del que dispone Pereiro.
Tal y como ha publicado el portal Merca2, José Antonio Abellán ha recibido varias advertencias sobre las estafas que el empresario habría realizado a antiguos socios: “Aquel que caiga en las manos de Pablo Pereiro que tenga mucho cuidado”. El periodista se refiere a las supuestas relaciones de Pereiro con otro empresario italiano que ha sido acusado de defraudar al Fisco más de 48 millones de euros.
Este empresario sería Guiseppe Donaldo Nicosia, quien se ha dedicado a comprar y vender espacios publicitarios en Europa a empresas que él mismo controlaba. Nicosia y Pereiro habrían coincidido en cinco empresas diferentes con distintos cargos, aunque con un mismo patrón: Nicosia administrador único y Pereiro, apoderado, tal y como asegura el portal citado.
Cruce de acusaciones entre José Antonio Abellán y Radio 4G
Desde que José Antonio Abellán confirmase su salida de Radio 4G, el cruce de acusaciones ha sido incesante. Hace escasos días conocíamos la intención de Pereiro de llevar a los tribunales al periodista alegando delitos contra el honor y la imagen, la propiedad industrial e intelectual, contra el orden socioeconómico y estafa contable.
No conforme con esto, la compañía acusa a Abellán de “incumplir sus obligaciones contractuales para con la empresa y su socio, procediendo, en clara competencia desleal, a comenzar un proyecto paralelo que desde hace meses estaba preparando subrepticiamente”. Queda claro, por tanto que la guerra entre Pereiro y Abellán no ha escrito su último capítulo.
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