Todo está preparado para que, a partir del viernes 1 de febrero, la danza vuelva a inundar la academia de Fama. La nueva edición del talent contará con cambios en el plató, que será tres veces más grande, y en la dinámica pero un aspecto se mantendrá inalterable: Paula Vázquez, que se pondrá al frente del espacio por séptima vez.
Según explica la presentadora, este año el programa se ha puesto como objetivo profundizar en la parte más personal y emocional de los participantes. “Creo que va siendo hora de que conozcamos más a los chavales y a los profesores, así que me parece que vamos a interactuar más con ellos”, explica, recordando que, “la danza seguirá siendo la protagonista”.
Con respecto a las diferencias que existen entre los bailarines que concursaron en la primera edición de Fama y los que se han presentado este año, Paula destaca que, con el paso de los años, los aspirantes tienen “menos ingenuidad pero la misma pureza. No vienen resabiados pero sí más maduros, han vivido más cosas. Les veo con la misma ilusión que la que tenían los que entraron hace diez años, el entusiasmo y las ganas es común entre ambos”.
“La nueva generación de bailarines viene sobradamente preparada: la mayoría tiene su propia escuela y se ha movido por todos los lugares del mundo. Son una generación que ha se ha criado con Internet y las redes sociales, por lo que pueden seguir a la gente que admiran y formarse donde quieren. Cuando llegan a nosotros hablan varios idiomas, están formadísimos y solo tienen 20-22 años. Es una generación que sabe lo que quiere y va a por ello, no tiene dudas”, remata.
“En época de crisis, se ha prescindido más de las presentadoras”
Aunque el programa quiere sacar a la luz la cara más personal de los concursantes, la conductora recalca que se mostrará siempre desde el estilo blanco que caracteriza a #0: “No queremos meter cámaras en las habitaciones aunque eso nos limite el público pero, al mismo tiempo, estoy muy contenta porque Movistar+ tiene un perfil editorial que marca con mucha claridad y en el que prevalece la calidad y no la cantidad”.
Pese a que Paula Vázquez comenzó a presentar Fama en 2008, no ha sido hasta estos últimos años cuando las cadenas han decidido apostar masivamente por las mujeres para sus grandes formatos. “Ha sido en los últimos meses”, apostilla, “y esperemos que no se quede en un espejismo”. “Sería notar que, de verdad, se sale de la crisis porque nosotras la hemos padecido mucho, se ha prescindido antes de nosotras”, asevera.
Dos de los principales proyectos que relucen en el currículum de la presentadora, Fama y Pekín express, se emitieron en Cuatro, cadena que no está pasando su mejor momento. Cuestionada acerca de la deriva que ha tomado el canal en los últimos tiempos, Vázquez se limite a apuntar que “no puedo comentar porque no lo sigo, la verdad es que no me había enterado de la cancelación de Noticias Cuatro”.
Por último, Paula Vázquez realiza una reflexión acerca de los medios y la opinión pública tras ser preguntada por la crisis de Podemos y el auge de la extrema derecha: “Hace tiempo, pensé que era mejor tener un papel más de segunda fila con este tipo de temas porque lo único que conseguía es que, cuando llegaba el formato que tenía que presentar, los titulares eran el último comentario político que había hecho en mi Twitter. Me hubiera encantado tenido una posición política abierta pero no me compensa porque luego no se habla de mi formato. Además, creo que es el momento de quedarse atrás observando todo lo que sucede, prefiero ser espectadora y decidir en las urnas”.
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