Nespamedu, médico del faraón y perteneciente a la alta alcurnia egipcia; ahora, por primera vez en la historia, ha sido sometido a una “autopsia virtual” a través de una tomografía computerizada, junto a otras dos momias femeninas y la momia de la cultura guanche mejor conservada. El doctor Vicente Martínez de la Vega, jefe del servicio de Diagnóstico por la Imagen del Hospital Universitario Quirónsalud de Madrid, ha sido el encargado de liderar este ambicioso proyecto en colaboración con un grupo de expertos del Museo Arqueológico Nacional: “durante la exploración de Nespamedu vimos que el tipo de momificación era de personas muy importantes, el proceso era muy cuidadoso, entre sus vendajes había pequeñas placas y amuletos, adornos que sólo se ponen a personas muy relevantes y que no habían sido descubiertas nunca, ni descritas en momias sin desvendarlas”.
Gracias a un equipo de muy alta resolución instalado en el Servicio de Diagnóstico por la Imagen del Hospital Universitario Quirónsalud, las cuatro momias del Museo Arqueológico Nacional fueron sometidas a una técnica pionera para obtener información sobre las distintas formas de momificación utilizadas, diferentes tipos de vendajes externos, así como el respeto hacia la conservación del corazón. “Con este tipo de equipos tan avanzados somos capaces de desvelar detalles muy pequeños. Podemos conocer datos antropológicos de las momias, su complexión, su edad aproximada, el sexo, el estado de su dentadura, conocer el tipo de alimentación que han tenido, conocer la causa de la muerte hipotéticamente o si había sido traumática por el estado de los huesos. Durante el proyecto descubrimos cosas mucho más interesantes que no habían sido descritas en las momias”, explica el doctor Martínez de la Vega.
“Viaje al interior de las momias”, es el libro que recoge todo este proceso y las conclusiones obtenidas. Según el líder del proyecto: “fue una experiencia increíble porque nosotros estamos acostumbrados a trabajar en un entorno de pacientes, de diagnosticar y planificar tratamientos. Este era un trabajo muy especial y nos puso en contacto con investigadores de otras ramas, egiptólogos, conservadores del Museo Arqueológico Nacional; ese intercambio de conocimientos y opiniones nos ha enriquecido a todos”.
Gracias a un completo apoyo fotográfico y reconstrucciones tridimensionales podemos acercarnos un poco más a uno de los grandes enigmas de la humanidad.