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El Ibex se contagia de los recortes con los que ha vuelto a la actividad Wall Street, después de tres días de parón, y comienza la sesión de esta semana en negativo aunque tímido, perdiendo un 0,087%.
El selectivo español se asoma a sus niveles más altos de año, compensando el desastre del pasado mes de diciembre, consolidando los 9.100 puntos y manteniendo a la prima de riesgo en los 110 puntos básicos, con un escenario político que ha despertado gran incertidumbre entre los inversores.
Dentro del continente, parece que el inicio de una nueva ronda de negociaciones comerciales entre China y EEUU ha calado en el resto de índices que centrarán parte de su atención en el día de hoy en comprobar los avances.
De momento, el MIB italiano es el único que cotiza en positivo, aunque con subidas muy planas del 0,0093%. Todo ello pese a que su economía en recesión se agrava tras conocerse el brusco descenso en el dato de pedidos industriales el pasado diciembre.
En el mercado de divisas nos encontramos con bajadas para el euro y la libra que frenan el amago con el que comenzaron la semana, aprovechando la jornada de parón en Wall Street. En estos momentos el euro cae hasta los 1,13 dólares mientras que la libra lucha por conservar los 1,29 dólares, pendiente del Brexit y la tormenta que ha despertado dentro del propio Partido Laborista.
En negativo cotizan el Dax alemán (-0,14%) arrastrado por el índice ZEW de confianza económica que en este mes de febrero se ha deteriorado mucho más de lo esperado. También el CAC 40 parisino pierde un 0,13% ante los nuevos síntomas de desaceleración que registra la zona euro. Por último, también en tono rojo se encuentra el Ftse londinense que, en medio de una nueva crisis por el Brexit, cae un 0,12%.
Por último, ya en el mercado de las materias primas, el precio del petróleo cotiza prácticamente plano con el barril de crudo Brent (referente en el viejo continente) plano por encima de los 66 dólares, con el West Texas (de referencia en EEUU) rozando los 55 dólares.
En este escenario, solo un avance en las negociaciones comerciales entre EEUU y China podría frenar los temores existentes en cuanto a una disminución de la demanda de crudo.
