Mercedes Milá ha vuelto. Tras unos meses alejada del foco mediático, la comunicadora aterriza este jueves en #0 con Scott y Milá, un programa en el que abordará diferentes temas junto a su perro. El descanso no ha cambiado a la comunicadora, que sigue mostrándose volcánica e impredecible y mantiene la virtud de conseguir que cada palabra que sale de su boca desprenda una pasión radioactiva.
Pese a la ilusión que desprende al hablar de este nuevo formato, Milá confiesa que, en sus inicios, no lograba captar el mensaje que el programa quería trasladar. “Le ha costado entender que no tenía que hacer ninguna pose”, destaca María Ruiz, productora del espacio y amiga íntima de Mercedes, que confirma esas palabras y revela que “al principio me costaba pero la confianza en María es muy grande. Pensé ‘si ella dice que tiene que ser así, yo lo hago y ya lo entenderé’”.
Eso sí, la catalana deja claro que nunca ha temido que el proyecto no llegase finalmente a buen puerto. “Yo sabía que, antes o después, encontraríamos el tono. Como es un programa grabado y no tienes que entrar en directo sino que puedes permitirte trabajar y reunirte una y otra vez”, remarca. Eso sí, aprovecha para señalar que “echo de menos cosas porque las he hecho y no las veo pero como no estoy en edición porque no me dejan… Pero bueno, ya me he mentalizado”.
Con respecto al momento más emocionante del rodaje, Milá destaca uno por encima del resto: “Ocurrió el día que fue a ver a mi ahijada chimpancé. A mí me habían dicho que no podía acercarme al animal porque tiraba piedras y efectivamente, las anteriores veces que había ido me había escupido y yo le escupía de vuelta. Ella está acostumbrada a ser la reina del mambo pero, ese día, yo me acerqué a la jaula y le hablé durante un rato largo mientras le cogía de las manos. Acabé acariciándole y fue extraordinario, una pasada”.
Sobre GH: “Me gusta ver a Jorge Javier, cómo evoluciona…”
Scott y Milá no es un programa más en la carrera de la presentadora, que ha visto en este formato su propio “renacer”, tal y como remarca: “Me emocioné la primera vez que me vi. Le pregunté a María ‘¿así soy?’ porque yo me he visto mucho en televisión y me emocioné porque pensé que era bonita esta imagen distinta, tan desnuda y comprometida con los espectadores”.{wbamp-show start}
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¿Y qué ocurrirá tras la emisión de las ocho entregas pactadas? “No me gusta nada hablar de futuro. No lo sé, hay que dejar que las cosas fluyan de forma natural. Nosotros tenemos el compromiso de Movistar+ de hacer ocho entregas. Después, ellos dirán si les interesan más o no. En este momento, me siento de Movistar+ y soy una tía que no se mueve, lo he demostrado muchas veces. Si estoy contenta no me muevo ni de Zanskar ni de Movistar, mi ilusión sería seguir”, desvela, para después añadir: “¿Volver a hacer programas en directo? No tengo la cabeza en eso ahora”.
Por último, Milá se declara fan de Jordi Évole, Andreu Buenafuente y del “golfo de Broncano”. En cuanto a GH, la periodista confiesa que lo sigue: “Es como mi casa, a veces digo ‘ay, voy a estar un ratito en Gran Hermano. Me gusta ver a Jorge, seguir lo que hace, cómo evoluciona…”. Además, explica que Merlí es su “gran descubrimiento”. “Pasé a ser fan del actor, Francesc Orella. Me lo encontré un día y me tuve que apoyar en la pared porque casi me mareo. No le pedí un autógrafo pero le acabé pidiendo el teléfono aunque no he atrevido a llamarle”, revela, entre risas.
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