Hace muchos años, más de veinte, que un parado de Valdemoro vino a verme a mis instalaciones de Ciempozuelos. Quería invitarme a participar en un negocio que consistía en:
– Hola, buenos días. Me puede poner con el dueño o el gerente. Llamaban a empresas de una zona concreta de la geografía española.
– Sí, un momento. ¿De parte de quién le digo?
– Le llamamos de la Guardia Civil.
– Síiiiii. Hola. (contesta el gerente).
– Hola, buenos días. Le llamamos de la revista de la Guardia Civil, y vamos a hacer un especial sobre su pueblo, y hemos pensado que como el taller de al lado del suyo nos va a poner una aportación de cien mil pesetas…
– ¿Al año?
– No, esto es único, sólo esta vez. Y nuestros compañeros nos han hablado muy bien de ustedes… Por lo que nos atrevemos a invitarles a ayudarnos.
– Bueno… yo tengo lo de la chatarra, y me llevo muy bien con el sargento. Me parece bien cien mil pesetas al mes…
Juan se llamaba el espabilado. Y me contaba que eran cientos los que por miedo te daban hasta la chaqueta.
Hace unos días recibo una llamada en la que mi interlocutor me dice: ‘Hola don Pedro, que alegría hablar con usted. Mire vamos a lanzar un número especial de nuestra revista de la Guardia Civil’… ¡Hace veinte años!
Dirijo desde hace casi cuarenta años empresas con pocos, muchos o demasiados (que nunca son demasiados) trabajadores. Siempre en ellas mis trabajadoras han sido tratadas con las mismas condiciones que a los chicos. Felicidades a todas. Todos los días deben ser 8 de Marzo.
Pedro aparicio Pérez
Editor de prnoticias.com
PeriodistO