La directora de Atrevia Elena De La Mata se ha aventurado a analizar en el blog de la firma los desafíos a los que se enfrenta actualmente el director de personas. Todo ello, mirando con perspectiva la época que nos ha tocado vivir, muy diferente a la de hace dos décadas. Según De La Mata, “la nueva generación, los Z, marcada por el dinamismo, la digitalización y la inmediatez, nos impulsa a incorporar nuevos hábitos”.
La ejecutiva considera que estos cambios no se refieren únicamente al aspecto organizativo o al uso de herramientas digitales sino que “estamos hablando de un cambio de cultura corporativa que requiere incorporar nuevos comportamientos, competencias y habilidades”. Además de un cambio laboral, también se ha producido una transformación en el mercado y el consumidor, ante el que “la organización se transforma para responder, el empleado busca una experiencia laboral diferente”.
Elena De La Mata considera fundamental “definir el propósito, el horizonte y los objetivos utilizando la tecnología y la creatividad”. Para ella, “el cambio sólo será posible si se articula a través de las personas, el director de Personas asume nuevos roles como impulsor, canalizador y acelerador de una nueva cultura”. Esta persona debe comprender el nuevo escenario en el que trabaja y convertirse en un “consultor del rendimiento corporativo”, que analice los datos y perfiles de la organización.
En este contexto, Elena de la Mata considera que el Director de Personas se enfrenta a los siguientes siete desafíos:
- Empoderar la función de gestión de personas
- Involucrar a todas las capas del negocio
- Diseñar una experiencia de empleado
- Conectar el propósito de la compañía con el de las personas
- Promover la digitalización
- Tangibilizar el cambio
- Propiciar modelos de co-creación y participación
La ejecutiva de Atrevia considera que estas tareas ponen el foco en las capacidades y voluntades de las personas, principales acicates y barreras en la gestión positiva del cambio. Así, considera que “sólo involucrándoles a través de una experiencia de empleado positiva, real y coherente será posible convertir los objetivos en logros”.