Allí abajo regresa este martes a Antena 3 cargada de novedades. La ficción vuelve a la parrilla con cambios en su duración (pasará a durar 50 minutos en vez de los 70 habituales) y en sus tramas. Lo que no varía es la presencia de María León, que vuelve a meterse en la piel de Carmen. En esta quinta temporada, la protagonista afrontará una nueva situación sentimental o la entrada de unos inversores chinos a la clínica que complicará su trabajo, entre otros obstáculos.
Uno de los puntos de partida de esta nueva temporada es la llegada de un nuevo miembro a la familia, ya que Carmen e Iñaki se tendrán que hacer cargo de Jon, el bebé que el vasco y Gotzone tuvieron: “Recibir la noticia no va a ser fácil pero vamos a ver a una pareja bastante moderna que se va a saber adaptar. Hay ganas de quererse, entenderse y de estar juntos, no va a haber dudas del amor que hay entre ellos dos aunque el escenario no sea el más cómodo. Van a ser los mejores padres del mundo y eso quiere decir que van a sufrir muchísimo pero no se van a dejar de querer”.
Eso sí, en esta tanda de episodios, la pareja tendrá tramas fuera de su vida laboral y personal, lo cual es algo que María agradece: “Va a existir mucho juego entre ellos y vamos a ver cómo les pasan cosas a los personajes más allá de sus hijos y de su trabajo, que es algo que echaba de menos en las anteriores temporadas”.
Otro de los quebraderos de cabeza de Carmen durante esta temporada será la llegada de los nuevos dueños chinos a la clínica. “Ella intenta tener el negocio en el cielo pero cada vez se le complican más las cosas. Los inversores chinos no es que intenten mangonear sino que directamente entran al poder y le intentan desplazar, aunque ella se mantiene como una campeona porque el que aguanta, gana. Carmen sabe torear muy bien a estas nuevas incorporaciones, que vienen a aportar rigidez, aunque tener rigidez en la Clínica Hispalis es complicada”, revela, añadiendo que “no sé quién lo va a pasar peor, si ellos o Carmen”.
“En la quinta temporada hemos encontrado el verdadero latido de Allí abajo“
Tras 45 revoluciones, Allí abajo es la segunda serie española en abierto que cuenta con 50 minutos de duración, lo cual ha sido “un gustazo” para el equipo. “Ya no hay que masticar tanto la información para el espectador. Pasan muchas cosas más rápido, el reto para nosotros es mantener el ritmo y no perder la esencia en esos 50 minutos. Ha sido una gozada y le favorece a la serie, te quedas con ganas de más”, afirma la andaluza.
Consolidada como una de las comedias más populares de la última década, María León opina que, desde su inicio, “la serie ha dado una evolución gigante y necesaria”. “Cuando empiezan, las ficciones intentan descubrir su tono y su forma y, tras cinco años, hemos encontrado el corazón y el verdadero latido de Allí abajo”, destaca.
Cuestionada por el éxito de la ficción, León subraya que “el norte y el sur tienen muy buena química, nos parecemos más de lo que creemos”. La intérprete indica que el equipo ha “conseguido ser una familia delante y detrás de las cámaras y esa magia sucede constantemente y traspasa la pantalla. La gente tiene ganas de sentirse identificada porque, vivamos en los tiempos que vivamos, la serie cuenta cosas que los espectadores necesitan, como la familia o el amor”.
Tras Allí abajo, María cambiará de registro para formar parte de la segunda temporada de La casa de las flores, uno de las revelaciones de Netflix durante el año pasado: “Es un reto importantísimo. Fue una sorpresa que quisieran contar conmigo porque es un personaje muy interesante. Como actriz, es un papel que no tiene nada que ver con lo que he hecho en televisión en España”.
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