El Atlas de Espondiloartritis Axial en España 2017: radiografía de la enfermedad pone de manifiesto la importancia de las terapias rehabilitadoras y la actividad física en la recuperación de las personas con espondiloatritis axial (EspA-ax), una enfermedad inflamatoria crónica que afecta a la columna vertebral y a las articulaciones sacroilíacas, y que suele deteriorar progresivamente la calidad de vida al limitar la movilidad de los pacientes.
Elaborado por la Coordinadora Española de Asociaciones de Espondiloartritis (CEADE), la Universidad de Sevilla y el Instituto Max Weber, con la colaboración de la Sociedad Española de Reumatología (SER – grupo GRESSER-) y de Novartis, el estudio ha demostrado que la realización regular de ejercicio en pacientes con EspA-ax mejora de forma significativa el dolor, la actividad de la enfermedad, la situación funcional, la depresión, el sueño y la fatiga. Asimismo, puede prevenir el desarrollo de deformidades.
Junto con el tratamiento farmacológico, las actividades rehabilitadoras son consideradas una parte importante de la terapia en EspA-ax, pero no todos los deportes resultan beneficiosos para los pacientes, y por ese motivo es necesario identificar los más adecuados. Así, actividades como el fútbol o el boxeo, propensas a las lesiones, deben ser evitadas. En cambio, se recomiendan los ejercicios que fomentan una buena postura, así como extender y girar el tronco, como el pilates o la natación.
Los tratamientos no farmacológicos más realizados por las personas con EspA-ax son los ejercicios de estiramiento, la fisioterapia, la natación, la gimnasia de mantenimiento, el pilates, la meditación y el yoga, entre otros. Asimismo, el Atlas recoge que el porcentaje de población con EspA-ax que realiza tratamientos complementarios (acupuntura 6,1% y homeopatía 3,0%) es mucho mayor que en el caso de la población general (0,9% 1,5%, respectivamente).
El informe pone de manifiesto que un tercio de los pacientes con EspA-ax ha realizado alguna visita al fisioterapeuta en el último año. De esta cantidad, el 38,4% son mujeres, frente al 28,2% de hombres. Teniendo en cuenta la edad de los pacientes, se observa que hasta el 47,3% de los jóvenes de entre 16 y 25 años han visitado al fisioterapeuta al menos una vez en los últimos doce meses, en contraposición al 20% de los mayores de 65 años.
El mayor inconveniente al que se enfrentan las personas con EspA-ax es que la mayoría de estos tratamientos complementarios o terapias rehabilitadoras no están cubiertas por la sanidad pública y, en la mayoría de las ocasiones, tampoco por los seguros privados, por lo que el paciente debe pagarlos de su bolsillo, realizando un gasto medio de 115 euros mensuales.