El presidente del Grupo de Tabaquismo del Colegio de Médicos de Reino Unido y catedrático de epidemiología, John Britton, ha dado a conocer que los fumadores mayores de 35 años pierden un día de vida por cada cuatro tabacos que consumen, cifra que ha generado una alerta en los científicos y profesionales del sector de la salud, quienes se encuentran en la búsqueda de medidas que sirvan de alternativas para que estas personas puedan controlar y dejar el tabaco paulatinamente.
Britton ha expresado al diario La Razón que medidas como una “legislación dura, con impuestos elevados, campañas de publicidad y limitación del acceso a los más jóvenes” suelen ser efectivas, sin embargo, “hemos comprobado que lo más efectivo es darle una alternativa a los fumadores”. Con esto hace referencia al uso del cigarrillo electrónico como una solución efectiva para que una persona haga a un lado la adicción al tabaco. “En Reino Unido nos dimos cuenta de que los cigarrillos electrónicos son muy populares y por eso animamos a su uso. La prevalencia ha caído entre un 1 y un 2 por ciento en los últimos cinco años”, ha expresado el experto durante una visita realizada a nuestro país.
Pese a la difusión masiva de diversos estudios que aseguran que el cigarrillo electrónico no representa un elemento sano para la salud, el catedrático de epidemiología indica lo contrario, ya que asegura que “no es una droga especialmente dañina. Aumenta el ritmo cardiaco y la presión arterial, es muy similar a la cafeína y en nuestras sociedades no tenemos un problema con ella. Es mejor eso, a que mueran once millones de personas cada día por el tabaco (…) Es difícil imaginar que un cigarrillo electrónico pueda ser tan dañino”.
De igual manera, Britton ha manifestado que está en desacuerdo con la idea de igualar la normativa que regula el tabaco con los cigarrillos electrónicos, a su criterio “no debería ser la misma. Es más a los adictos se les debería permitir fumar en hospitales y sitios cerrados”.
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