Un estudio realizado por el Instituto Nacional de Estadística (INE), ha determinado que entre un 5% y un 6% de la población española tiene fobia a desplazarse en un avión tanto a distancias cortas como largas. Esto representa un total de 2,5 millones de personas que padecen este tipo de trastorno, el cual forma parte de una alteración psicológica tipificada en los manuales de diagnóstico dentro del grupo de las ‘fobias simples’, una de las perturbaciones de ansiedad más frecuentes en nuestra sociedad.
A pesar de que a un grupo importante de personas les genera cierta inseguridad el simple hecho de coger un avión, lo cierto es que esto no quiere decir que presenten síntomas relacionados con la fobia a volar, así lo ha asegurado el psicólogo clínico del Hospital Vithas Nuestra Señora de América, el Dr. Pedro Adrados, quien ha invitado a lograr “diferenciar entre el recelo que puede producir viajar en avión y una fobia a volar”, ya que dicha diferencia radica en el grado de amenaza con el que una persona se imagina la experiencia de viajar en avión y la incapacidad e interferencia que provoca ese estado de alerta en la vida cotidiana del individuo.
Asimismo, el Dr. Adrados ha explicado que dentro de esta fobia existen dos grupos de temores subyacentes, uno de ellos está relacionado “con que suceda un accidente o un fallo técnico del aparato durante el trayecto”, y el otro donde el miedo “está asociado a la posibilidad de sufrir un ataque de ansiedad en pleno vuelo y que no puedan escapar o salir de ese escenario”.
Si bien el origen de estas fobias aún continúa siendo una interrogante para el sector de la salud y de la ciencia, algunos expertos, como el Dr. Adrados, señalan que estos trastornos pueden ser las consecuencias de un acontecimiento traumático, también se le puede atribuir al hecho de haber visualizado o simplemente oír un relato del mismo por parte de su entorno.
En vista de estos escenarios, el Dr. Pedro Adrados ha relevado las siguientes herramientas para que una persona logre afrontar la fobia a volar:
– Si el miedo es abrumador e incapacitante, lo más idóneo es iniciar un tratamiento psicológico, debido a que ayudará al paciente a entender la ansiedad y a saber cómo hacerle frente.
– Una de las técnicas que se utiliza en este tipo de escenarios es la exposición, sin embargo, ésta debe llevarse a cabo de forma segura, gradual y controlada.
– Por último, el experto recomienda conocer las técnicas más efectivas que ayudan a disminuir la activación neurovegetativa propia de la ansiedad, las cuales son: técnicas de relajación y meditación.
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