Recientes estudios indican que al menos una cuarta parte de los adultos españoles padecen, en diferentes grados, una enfermedad venosa crónica (EVC), lo que equivale a un total de nueve millones de ciudadanos afectados, los cuales se encuentran distribuidos en todo el territorio nacional. La EVC representa una de las principales causas de consulta y solicitud de tratamientos más frecuentes en el sector de la salud, lo que convierte a esta patología en una de las que más demanda una importante cantidad de recursos sanitarios.
Los principales síntomas de esta enfermedad van desde el dolor, prurito, sensación de calor, el denominado síndrome de piernas inquietas, claudicación venosa, pesadez, piernas cansadas, calambres hasta malestar estético. Sin embargo, la manifestación más habitual de esta patología son las varices, siendo el 25-30% de las mujeres de los países occidentales quienes más lo padecen, mientras que entre un 10% y un 40% de la población masculina resultan afectados por la EVC.
El Jefe del Servicio de Angiología y Cirugía Vascular del Hospital Universitario Virgen de Valme de Sevilla, el Dr. Andrés García León, ha expresado que “los especialistas en Angiología y Cirugía Vascular encargados de abordar las patologías englobadas en el ámbito de la Flebología (aquellas vinculadas a las venas) hemos sido protagonistas en estos últimos años de una auténtica revolución tecnológica que nos ha permitido incorporar técnicas quirúrgicas mínimamente invasivas para tratar este tipo de patologías, algunas de las cuales llegan a tener un impacto muy severo en la calidad de vida de las personas afectadas y que hasta hace muy poco tiempo tan sólo se podían abordar mediante tratamiento médico”.
Los avances en los métodos intervencionistas tales como las técnicas endovenosas, angioplastia o stenting están siendo analizadas por los expertos en la materia. Asimismo, el tratamiento integral del linfedema, el estudio de bases genéticas y el uso de las técnicas de Big Data también son abordadas con el objetivo de escoger las mejores opciones de tratamiento según el perfil de cada paciente.
Ante esta situación, García León ha asegurado que “los pacientes están cada vez más formados y nos demandan técnicas que mejoren su calidad de vida. El saber escoger el momento y la técnica adecuada en el que el paciente precisa ser intervenido y no sólo sometido a un tratamiento médico, con la mejor técnica disponible de entre las existentes, resulta esencial para procurarle la mayor calidad de vida”.
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