Extirpar un tumor cerebral a una niña de cuatro años por la nariz, una cavidad de tan solo un centímetro de diámetro. Esto es lo que ha conseguido el equipo multidisciplinar de especialistas de Oliver & Ayats Institute, ubicado en el Centro Médico Teknon de Barcelona, mediante una cirugía endoscópica transesfenoidal transnasal. La operación, que realiza Oliver & Ayats Institute desde 2005, consigue la resección total del tumor cerebral (craneofaringioma) en el 100% de los casos. Requiere de un alto nivel de experiencia por parte del cirujano, pero ofrece una hospitalización corta y recuperación rápida, así como menos efectos adversos y daños neurológicos.
El craneofaringioma es un tumor cerebral benigno, típico de la edad infantil (entre los 5 y 10 años). Esta lesión comprime la hipófisis o estructuras cerebrales vecinas como el hipotálamo y el quiasma óptico (control de la visión). Concretamente, este tumor causaba en la niña dolores de cabeza persistentes, malestar general, además de una disminución de la agudeza visual. Como explica el neurocirujano líder de la operación, Bartolomé Oliver, en el craneofaringioma no hay como tal factor de riesgo. “Son los remanentes del tejido embrionario que permanecen donde no deberían estar y esto hace que se desarrollen y aparezca el tumor. Normalmente de crecimiento lento”.
Se realiza la operación con un equipo de especialistas en neurocirugía, otorrinolaringología, anestesia y enfermería. La cirugía endoscópica transesfenoidal transnasal es una técnica mínimamente invasiva que utiliza el endoscopio como fuente de visión para operar. A diferencia de la craneotomía, (la técnica quirúrgica que se utilizaba antes en los craneofaringiomas) “con esta cirugía-según explica el doctor Bartolomé Oliver- no tiene que manipularse el cerebro ni los nervios ópticos, se trabaja por debajo de ellos. Se obtiene una visión muy buena y directa de todas las estructuras que han de separarse del tumor, como pueden ser pequeñas arterias. Además, es la única vía que garantiza unas extirpaciones completas de estos tumores”. Antes no era así. La mayoría de las veces no se lograba la resección completa del tumor. “Por otro lado, había un porcentaje de enfermos que tenían un empeoramiento de su función visual debido a que, por vía intracraneal, el nervio óptico está entre el cirujano y el tumor. Y por vía endonasal no pasa esto”, afirma el doctor Oliver.
El problema de este tipo de intervenciones es que requieren de una formación adecuada. Es por esto que hay muy pocos centros donde se realiza la resección de craniofaringioma por vía endoscópica. Actualmente, la mayoría de los tumores que se desarrollan en la base del cráneo se operan por endoscopia endonasal. Es la primera opción, pero no siempre se puede aplicar. Por ejemplo, continua este experto, “cuando un tumor de la base del cráneo tiene los nervios craneales en una disposición que están entre dicho tumor y la vía nasal, se debe utilizar un abordaje por craneotomía, esto es, hacer una ventana en el cráneo para acceder al tumor, y así evitar manipular estos nervios”.
Por otro lado, hay casos en los que no se logra la resección total del craneofaringioma. Concretamente, algunos pacientes que se han operado previamente por vía intracraneal y han acudido al centro con una recidiva. “Cuando reoperas por la nariz-según asevera el doctor Bartolomé Oliver- y hay cicatriz de una cirugía intracraneal previa, no se puede separar bien el tumor de las estructuras nerviosas. La cirugía endoscópica sigue siendo más efectiva que una intracraneal, pero no siempre condiciona una resección completa”.