El próximo sábado 18 de mayo, Miki Núñez intentará romper la maldición que persigue a España en los últimos tiempos en el Festival de Eurovisión con La venda, un tema festivo que mezcla la rumba y el ska que ha compuesto Adrià Salas, líder de La Pegatina. Horas antes de viajar a Israel, el artista ha analizado cómo han sido estos meses de ensayos, qué feeling ha tenido con el equipo creativo de la candidatura y cuál es su opinión acerca de la polémica sobre la celebración del certamen en suelo israelí.
El sexto clasificado de OT 2018 lleva más de cuatro meses preparando su actuación, lo que le ha llevado a diversos países como parte de la gira promocional. Aun así, Miki destaca que el momento más emocionante durante este período de tiempo ocurrió durante la PreParty celebrada en Madrid: “Ahí me di cuenta de la magnitud de Eurovisión y de lo heavy que es todo esto. Es como ‘guau, cuánta gente cantando la misma canción’”.
Pese a que Miki ha interpretado cientos de veces La venda en estos meses, el artista tiene claro que, una vez sea su turno sobre el escenario, interpretará la canción de una manera única: “Yo creo que el hecho de estar allí va a hacer que me salga como si fuera la primera vez. Tengo que creerme lo que estoy cantando, así que Mamen (Márquez) y yo pensamos en la intención de la canción para que la actuación y la música vayan acordes”.
Uno de los aspectos más llamativos durante la presentación ha sido el buen ambiente existente entre el cantante y los bailarines. Miki asegura que el feeling entre todos es “buenísimo”. “Cuando estábamos haciendo el casting y les vi pasar, dije ‘ya está, me quedo con estos’. Son tan normales, tan frescos, tan naturales… Es muy guay trabajar con ellos, son muy profesionales y es un gustazo, nos hemos hecho amigos”, confirma.
Sobre Israel: “Eurovisión es un ‘song contest’, no se puede hablar de política”
En otro orden de temas, el cantante tiene muy claro sobre qué se debería quitar la venda la sociedad española: “Parece mentira que, en el siglo XXI, todavía haya partidos políticos que quieran volver a épocas de dictadura. La venda tiene que caerse para ir hacia delante, no intentar ir hacia atrás y, sobre todo, para quererse a uno mismo, es muy importante que empecemos a valorarnos más nosotros mismos”.
Con respecto a qué cosas hará una vez pase todo el ‘huracán Eurovisión’, Miki Núñez destaca que pretende retomar algunas de sus rutinas habituales junto a sus seres queridos. “Quiero quedar al mediodía con mi familia, comerme una paella de mi madre y, por la noche, irme de fiesta con mis amigos”, ha explicado.
Por último, el artista intenta tomar distancia con la polémica acerca de la celebración del certamen en Israel. “Eurovisión es un ‘song contest’, no se puede hablar de política, así que nos limitaremos a hablar de la música y ya está”, indica, explicando que entiende que “la gente puede dar todas las opiniones que quiera”.
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