En la Tierra a martes, diciembre 24, 2024

RESPONSABILIDAD SOCIAL. FINAL REAL

Cuando nos paramos a reflexionar sobre quiénes son los dueños y decididores del mundo, nos damos cuenta de que los de a pie, los que pagan el 99% de los impuestos no cuentan en nada, ni para nada. Todas las decisiones se toman a vuestras espaldas… porque sois una especie: perezosa, envidiosa, (me he dado de baja como humano, soy un Enteroctopus dofleini, una pulpiana de secano para entendernos), os distinguís como amantes del oropel y la locura… herederos de los peores tics de las civilizaciones (a cientos) que han poblado estas mismas tierras, y que fracasaron por errores similares: codicia, falta de objetividad, apuntalamiento de conceptos indefendibles, división, hambre, desigualdad, guerra, odio, muerte, desprecio por la vida del ajeno, del anciano, del niño… Todos sabemos que vivimos en un Planeta que tiene los días contados. Y, cuando los americanos corren tanto con la llegada, ¡de nuevo!, a Marte, es para empezar a sospechar que de verdad ya no queda tiempo en nuestro parado reloj de arena. Porque este mundo, tal cual lo hemos conocido, deja de existir, dando paso a un momento de la civilización en el que todo es posible. Nada de lo que ha funcionado durante generaciones funciona hora, los paradigmas son todos, las soluciones pocas, y con nula profundidad, los que esperaban un salvador, un grupo de salvadores, ya miran al cielo para ver si llega la ansiada luz que les lleve a… Esos seres que pueden y deben, abandonan el barco: Jobs, Tesla (el silencio de Nikola), Hawking…

Y, en un mundo atormentado por la irrealidad de lo que nadie sabe, constreñido en el sueño de la refracción como modelo a imitar, los humanos sólo sois capaces de contar, consumir, incomprender, y dar relevancia a la compra de viviendas en lugares altos para poder ver llegar el mar de quinientos metros de tsunami. Momentos de locura colectiva que conducen a un abismo de decisiones desacertadas, al abismo de los dioses que nunca llegan, momentos ligados a una creación darwiniana que socorre los cerebros enfermos de los que luchan por hacer entender al otro medio mundo, que la realidad está cerca de los árboles de los que bajamos en busca de jamón de jabugo y caldos afrutados, condecorados, e iluminados con distinguida denominación de origen. Unos viven en su pequeño reino tomando decisiones maximalistas con tono de inconsciencia hacia el futuro, y lo unen a una falta de realidad y perspectiva del momento en el que tóxicamente vivimos. Otros acusados por el dedo de su dios, se encuentran mirando el fondo de una taza que está seca. Como la boca que besaba debajo de una sotana planchada y blanqueada. El mundo se reparte entre ellos y el resto, pero esto no es digno de estudio, porque ya no hay tiempo, todo lo que se intente ahora es como lavar la cabeza a un burro, aunque se mosqueen los animalistas de ida y vuelta. Ahora toca hacer una reflexión desde el cerebro común de toda la civilización, pero cómo nos sentamos en la mesa de debate y acuerdo con los que ayer llegaban heridos de concertina y odio, o con los flemáticos anglos que ya estarán pensando dónde mandar los restos de la Reina, de la Madre, y de todos sus ancestros. La Casa Windsor, como la casa de apuestas, ya tiene sucursal en Marte, en la que mandar a ‘mi familia inglesa’s… Frase acuñada por una ex convicta a su llegada a las tierras de negación, allí como pirata: la reciben, eso sí, sin amor, sin verdad, la única que existe es la que está percibida o por percibir, añadida a la incontinencia de los husos horarios de nuestra primera partición. Continuó en un ostracismo que le acercó al que viaja, como al que lee por obligación. Mientras Julio el gran César de las Córdobas de las Siete Columnas, exhala en un camastro lleno de horror, olor a deuda, a pasado, destilando lo peor de las babas de un alien que visitó nuestra Tierra para someterla al imperio de la mentira y el fascismo. ¡Muerte al traidor! Decían mientras destrozaban el cadáver del Duce, de Ceausescu… Lo mismo me da, que me da lo mismo. Espero que un grupo de energías de realidad y amor puedan inundar un mundo cada vez menos crédulo con lo que os cuentan. Sólo os dejan ver cuatro zafias filminas de una realidad que es espantosamente clara, rotunda y que no permitirá la vuelta atrás…

Algún día se leerá este comentario inocente. Hecho desde el miedo de un niño sentado en las gradas de la iglesia esperando a que salieran las mujeres… Y así me enamoré perdidamente de las danzas que dibujé con los niños de mi generación. Desde una ventana intentando adivinar el escorzo del Cristo de Mantegna, ocurrió una primera visión de la catástrofe a la que se enfrenta el milenarismo pertinaz. Hoy, los orinales están llenos de revolución, de horror, de frío, y luchan por mantenerse encerrados en nuestra peor memoria. El día que todo esto salga desde los intestinos de nuestra sociedad habremos conseguido que las empresas sean una parte que construye un mundo para todos vosotros. Un mundo de realidad, oportuno, bien explotado… ¿Habrá una retrospectiva que os permita volver a ese pasado del que nunca debisteis salir? Los editores… jajajajajaja… los medios de comunicación… jajajajaja… Todo llega de aquí, no de las estrellas. Existen verdugos, imbéciles, psiquiatras, locos y más cuerdos… RSC, JFK, ASGMB, DORADO… nombre de aeropuertos internacionales.

Pedro aparicio Pérez
Editor de prnoticias.com
PeriodistO

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