Junio ha comenzado con la desaparición del Grupo Zeta. Desde principios del mes, Prensa Ibérica ha hecho efectiva la compra de la empresa editora y ha comenzado a tomar las riendas de periódicos, revistas e imprentas que pertenecían a la familia Asensio. Coincidiendo con estos movimientos, la FeSP ha revelado la cifra, que algunos Gobiernos autonómicos, como es el caso del valenciano o el catalán, han perdonado una deuda a Zeta que supera los 12 millones de euros.
Tal y como asegura esta organización, la venta de Zeta a Prensa Ibérica ha costado 9,1 millones de euros a la Generalitat de Catalunya y 3,1 millones a la Comunidad Valenciana. Esta cifra se deriva de las deudas contraídas por la familia Asensio con ambas autonomías que tanto el Institut Catalá de Finances (ICF) y el Institut Valencià de Finances (IVF) han decidido perdonar.
Algunos miembros del Parlamento de Cataluña han mostrado su interés por conocer las razones de esta condonación, sin embargo, el vicepresidente de la Generalitat y miembro de ERC, Pere Aragonés, se ha acogido a las normas internas de confidencialidad para evitar estas explicaciones.
Un acuerdo con consecuencias sobre los trabajadores
Es importante destacar, que la compra de Prensa Ibérica ha perjudicado considerablemente a parte de la plantilla de la desaparecida Zeta. Concretamente, a los 56 trabajadores que formaban la plantilla de Gráficas de Prensa Diaria, imprenta encargada de El Periódico de Catalunya y Sport que desde el pasado viernes ha cerrado sus puertas dejando a más de medio centenar de personas sin empleo.
A partir de ese momento, los encargados de asumir la impresión de las ediciones de ambas cabeceras han sido una imprenta propia del grupo de Javier Moll y otra imprenta del Grupo Godó.
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