En la Tierra a lunes, diciembre 23, 2024

La cirugía guiada por modelos físicos e individualizados en 3D llega al Hospital General de Villalba

“Desde que me he operado me encuentro fenomenal, no he tenido ni un dolor y estoy feliz”. Con estas palabras Ángel C., de 71 años, hace balance del último año y medio, que empezó con una neumonía en la que le detectaron un cáncer de colon primario, continuó con múltiples metástasis de este tumor al hígado y siguió con nada menos que 29 sesiones de quimioterapia tras las cuales, como única y última opción, se sometió a una innovadora intervención quirúrgica en el Hospital General de Villalba, perteneciente a la red sanitaria pública de la Comunidad de Madrid, que finalmente le ha permitido curarse.

“Estoy como si no me hubiera operado, casi mejor que antes en cuanto a la función del hígado se refiere; ¡y sigo mejorando!”, asegura, contento, tranquilo y optimista. Un diagnóstico actual muy favorable, y casi inimaginable a principios de año, cuando se le administró la última sesión de tratamiento quimioterápico, que ha sido posible gracias a un programa de modelización tridimensional individual para la realización de cirugías hepáticas complejas que permite la planificación detallada y personalizada de la intervención para optimizar resultados.

Concretamente, la técnica incorporada a la Sección de Cirugía Hepatobiliopancreática del Servicio de Cirugía General y Digestiva del hospital se basa en las pruebas de imagen realizadas al paciente para el diagnóstico de su patología y realiza una reconstrucción física tridimensional del órgano y de los tumores que van a ser intervenidos, localizando las lesiones en los lugares exactos y reproduciendo al detalle la anatomía y vascularizaciones concretas de cada caso.

Esto permite planificar al milímetro, y de forma individualizada, la estrategia quirúrgica a realizar, sirve de guía durante la operación y facilita la extirpación de lesiones pequeñas con localización compleja, aumentando la precisión, seguridad y eficacia de la intervención y, en este caso, pudiendo conservar la mayor parte del hígado sano, lo que, sin esta técnica, habría sido imposible; en otras palabras, posibilita que la cirugía obtenga un resultado óptimo sin comprometer el funcionamiento futuro del hígado.

Año y medio de tratamiento con un final feliz impensable sin esta técnica

Ese fue el caso de Ángel, que a principios de 2018 tenía una enfermedad muy extendida en el hígado, con múltiples lesiones, algunas de las cuales afectaban estructuras vasculares de vital importancia, inicialmente inabordable quirúrgicamente. Una situación preocupante para la que hace años la única finalidad del tratamiento quimioterápico habría sido paliativa pero que, gracias a los avances de la Oncología y la Cirugía, y a la colaboración de ambas especialidades, logró una reducción considerable de las lesiones, relata el Dr. Tihomir Georgiev Hristov, médico adjunto del Servicio de Cirugía General y Digestiva del hospital que participó en la operación.

Sin embargo, continúa el especialista, pese a la favorable respuesta de la pauta quimioterápica, la cirugía posterior seguía sin arrojar ninguna garantía de éxito, ya que “los ocho nódulos restantes se localizaban en zonas muy centrales del hígado, englobando venas que aseguraban su drenaje y muy próximas a otras igualmente vitales, y el tratamiento adecuado hubiera dejado muy limitada la reserva funcional de este órgano, por lo que no se podía plantear una intervención que supusiera una resección amplia”.

“En estos casos, la quimioterapia reduce las lesiones facilitando el abordaje y resultado quirúrgico, pero perjudica el funcionamiento del hígado en un futuro, obligándonos a buscar un equilibrio para poder extirpar toda la enfermedad posible al paciente sin comprometer su seguridad y manteniendo la mayor reserva hepática posible, lo que se facilita con estas técnicas novedosas”, apunta por su parte el Dr. Santiago González Ayora, médico adjunto del mismo servicio, quien también intervino en la operación.

Fue aquí donde “la planificación preoperatoria se evidenció como la clave de este abordaje”, recuerda el Dr. Georgiev Hristov, ya que “la única opción era abordar cada lesión por separado preservando el máximo volumen hepático funcional, lo que requirió un estudio muy detallado de las estructuras anatómicas del hígado, solo factible mediante programas que puedan hacer reconstrucciones en tres dimensiones, e incluyó la solución ideal en este caso: un modelo físico de impresión en 3D y en tamaño real que reprodujo al detalle todas estructuras anatómicas del hígado y las lesiones localizadas en el sitio exacto.
“Gracias a esta planificación entramos en quirófano con una idea muy clara de lo que queríamos hacer, y de lo que, finalmente, hemos podido hacer: una cirugía muy compleja pero en la que, gracias a esta planificación previa, el paciente ha podido preservar el volumen máximo posible de hígado y al mismo tiempo se ha podido extirpar toda la enfermedad”, concluye.

Trabajo del servicio, coordinación con otros departamentos e incorporaciones tecnológicas

Y todo ello, continua el Dr. González Ayora, gracias al trabajo conjunto del Servicio de Cirugía General y Digestiva del hospital, a su coordinación con otros departamentos y a las nuevas tecnologías y abordajes quirúrgicos incorporados a su Unidad de Cirugía Hepatobiliopancreática Compleja, que han permitido “pasar de tener a un paciente con una enfermedad no curable, a tratarle con quimioterapia y poder intervenirle después, para que ahora mismo pueda estar libre de enfermedad”.

En este sentido, con la incorporación de cada herramienta o técnica quirúrgica nueva aumentan las opciones de poder proporcionar el mejor tratamiento quirúrgico, con mayor seguridad y mejores resultados, aun en casos donde el tratamiento quirúrgico no era posible hasta hace unos años, explican los especialistas. Y es que, como apostilla el Dr. Georgiev Hristov, “nuestro compromiso es que estas cirugías se hagan en las mejores condiciones y que el paciente reciba el mejor tratamiento posible, lo que requiere una colaboración muy estrecha entre todos los servicios implicados del hospital”.

En el Hospital General de Villalba, la cirugía hepatobiliopancreática compleja logra muy buenos resultados en este tipo de retos terapéuticos gracias a la estrecha coordinación entre todos los servicios implicados en ella: Cirugía General y Digestiva, Cirugía Vascular, Oncología, Unidad de Cuidados Intensivos, Endocrinología, Medicina Interna e Infecciosas, Radiología Vascular Intervencionista, Anestesia y Enfermería.

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