El equipo de comunicación de Nike ha vuelto a sufrir un revolcón y, en este caso, el golpe ha venido desde una de las imágenes más icónicas de la firma: Colin Kaepernick. El exjugador de fútbol americano se convirtió en principal representante de las protestas contra la violencia policial ejercida contra la comunidad afroamericana e incluso protagonizó una campaña de la firma que se hizo viral en todo el mundo y que ha sido premiada en el festival de Cannes con un Grand Prix.
Ahora, en plena efervescencia por las celebraciones del día de la Independencia, la firma estadounidense había apostado por lanzar una edición limitada del modelo Air Max que incluía en el talón la bandera conocida como Betsy Ross. El problema ha surgido porque dicha enseña es asociada generalmente con la esclavitud e incluso diversos grupos de ultraderecha y supremacistas como el Partido Nazi Americano la utilizan asiduamente; si bien el diseño del modelo podía estar cimentado en una buena idea, ningún responsable del equipo de comunicación ha actuado previendo lo que podría suponer su lanzamiento.
La zapatilla ya había comenzado a ser distribuida, pero la firma se ha echado atrás tras las quejas de una de sus principales enseñas. La compañía incluso ha tenido que dar explicaciones a los medios de comunicación a través de un portavoz: “Nike ha optado por no lanzar la Air Max 1 Quick Strike el 4 de julio, ya que presenta una versión antigua de la bandera estadounidense“.
Si bien la decisión de Nike de retirar el modelo ha sentado bien entre aquellos que encontraban la bandera como un símbolo de opresión, sí que se ha enfrentado a duras críticas y llamadas a boicots por parte de algunos políticos conservadores. Así, el Gobernador de Arizona, Doug Ducey, ha declarado en las redes sociales que retirará todo el apoyo económico que iba a destinar a la firma para establecerse en una antigua fábrica de Goodyear declarando “No puedo dejar de mostrar mi descontento con esta terrible decisión […] me siento avergonzado”.
Además, otros usuarios de Twitter también han llamado al boicot de la compañía por lo que consideran un desprecio por parte de la Nike respecto a la enseña nacional. En las redes sociales se ha impulsado el hashtag #WalkAwayFromNike, en el que no han faltado comentarios sobre cómo es posible que aquellos que pidieron el boicot a la marca cuando se impulsó la campaña con Kaepernick sean los mismos que piden un nuevo boicot.
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