La infancia está ligada a multitud de recuerdos, detalles como las mañanas de verano viendo dibujos animados. Pese a que las nuevas tecnologías han multiplicado las formas disponibles para acceder a contenidos infantiles, la televisión continúa siendo una de las opciones favoritas. Durante julio y agosto, Clan, Boing y Disney Channel, los canales infantiles que alberga la TDT, disparan sus datos pero, ¿cuál de las tres cadenas es la favorita para los más pequeños de la casa?
Mientras que la segunda plaza está disputada, el primer puesto no genera ningún tipo de dudas: Clan arrasa entre los niños de 4 a 12 años. Entre el 1 de julio y el 21 de agosto, la cadena pública promedió un 18% de cuota en este target, convirtiéndose en el líder indiscutible. El canal brilla especialmente a las 8:00 horas gracias a Bob Esponja, que alcanza picos de más del 40% de share entre este público.
El segundo escalón del podio está reservado para Boing. La cadena temática de Mediaset se impone por la mínima a Disney Channel y logra alcanzar el doble dígito tras firmar un 10,59% de media durante las vacaciones estivales. Con respecto a sus espacios más exitosos, destacan New Looney Tunes, El asombroso mundo de Gumball, Doraemon o El show de Tom y Jerry.{wbamp-show start}
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El bronce va a parar a manos de Disney Channel, que se queda a tan solo dos décimas de su rival más directo. Entre los niños de 4 a 12 años, la cadena cosecha un 10,36% de share, un dato que se debe, entre otros factores, al buen rendimiento ofrecido por la ficción francesa Prodigiosa: Las aventuras de Ladybug, que se ha convertido en la principal baza del canal durante el verano.
Más allá del target infantil, las tres cadenas han repuntado gracias a las vacaciones. Sin ir más lejos, en julio Clan sumó tres décimas más de media que en junio, mientras que Disney Channel y Boing crecieron 0,2 y 0,1 puntos, respectivamente. Especialmente reseñable es el caso del canal público, que también ha logrado mejorar sus registros a nivel interanual (+0,4 puntos), convirtiéndose en la única alegría veraniega de Rosa María Mateo.
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