Tras detectar carencias en conocimientos sobre higiene, menstruación y menopausia, las mujeres con discapacidad intelectual o del desarrollo compartieron la necesidad de que la salud ginecológica y reproductiva llegue a más mujeres en la jornada Salud Para Todas: Mujeres con discapacidad intelectual o del desarrollo y cuidados ginecológicos-reproductivos, recientemente organizada por el Hospital Universitario Rey Juan Carlos, integrado en la red sanitaria pública de la Comunidad de Madrid, y el Observatorio de Mujer de Plena Inclusión Madrid.
Y es que, como señala Miriam Sobrino, matrona y coordinadora de la consulta de sexualidad del hospital, aunque “un número importante de mujeres conoce estos aspectos, si se detectan grupos con carencias en esas áreas, es prioritario trabajar sobre ello”.
El encuentro facilitó un espacio de reflexión en el que mujeres con discapacidad intelectual o del desarrollo, personas de apoyo y profesionales del ámbito de la salud identificaron posibilidades y limitaciones en la atención de este grupo para mejorar su realidad en las consultas ginecológicas y reproductivas, así como establecer iniciativas de colaboración y desarrollo en esta área. En concreto, los temas tratados fueron los cuidados ginecológicos, sexualidad y elección anticonceptiva, seguimiento de embarazo, atención al parto y cuidados durante el postparto. {wbamp-show start}
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Las principales dificultades detectadas en la atención a este colectivo
Durante la jornada, cuyo balance fue “muy positivo, y despertó gran interés en las mujeres y las profesionales”, en palabras de la matrona, se recogieron además experiencias de las propias participantes como usuarias del sistema de salud. Así, asegura, las asistentes “tuvieron la posibilidad de compartir sus vivencias a la hora de acudir a una revisión ginecológica, preguntar sobre diferentes anticonceptivos, ser acompañadas en el parto o la lactancia”.
De las dificultades que ellas expresaban se fue trazando un marco desde el que mejorar la atención, recogiendo aspectos que no son exclusivos de las mujeres con discapacidad intelectual, ya que algunas de esas carencias o dificultades eran compartidas por otras muchas mujeres. Como indica Sobrino, entre ellas destacan “la importancia de disponer de un tiempo generoso para esas consultas, informar de una manera comprensible, simplificar los documentos que se dan por escrito, tener disponibles imágenes sobre aquello que se explica, poder ver y manipular objetos como los anticonceptivos, los espéculos u otros que permitan un mejor conocimiento y menor tensión a la hora de ser valoradas, facilitar la autonomía de las mujeres, no tratarlas como niñas, mirarlas, hablarlas a ellas directamente…”.
Colaboración con el Observatorio de Mujer de Plena Inclusión
En el año 2011 FEAPS Madrid, llamada actualmente Plena Inclusión Madrid, presentó el documental También somos mujeres, que recoge diversos relatos, entre ellos la experiencia en la maternidad de una mujer con discapacidad intelectual.
“Yo soy matrona y me resultó muy interesante, me pareció que era importante atender una realidad que quizá como profesionales no estábamos sabiendo enfocar”, arguye Sobrino. “Ese interés y curiosidad me llevó a acercarme a Plena Inclusión Madrid -añade- y conocer su programa ‘Madres con Mayúsculas’, que presta apoyos y acompaña a madres con discapacidad intelectual”.
A partir de esos primeros encuentros, surgieron ganas y posibilidades de colaborar conjuntamente. Así, hace unos seis años nació esta colaboración, en la que “las ganas de seguir construyendo juntas espacios que faciliten la mejora en la atención a la salud de estas mujeres se ha mantenido y, tras meses de trabajo, nos ha permitido dar forma a esta primera jornada”, en la que también participaron las matronas Mar Molero y Leticia Lledó, y la Dra. Ana Luque, todas ellas del Servicio de Ginecología y Obstetricia del Hospital Universitario Rey Juan Carlos, concluye Sobrino.
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