Los proyectos “Nuevo modelo en aparato locomotor. Reorganización de trayectorias asistenciales” y “Big data como herramienta de mejora en Continuidad Asistencial. Rediseño de procesos en la derivación entre ámbitos”, desarrollados por los hospitales universitarios Fundación Jiménez Díaz, Rey Juan Carlos (Móstoles), Infanta Elena (Valdemoro) y General de Villalba, fueron reconocidos con el primer y tercer Premio a la Mejor Comunicación en el IV Encuentro en Continuidad Asistencial de la Comunidad de Madrid.
Estos galardones, con los que la Subdirección General de Continuidad Asistencial destaca los proyectos que sitúan al paciente y su entorno en el centro de la atención, incorporando su visión en los procesos asistenciales relacionados con la medición de experiencias y/o resultados reportados por este, los que aportan valor añadido y los relacionados con la promoción del talento profesional, nuevos desempeños y funciones de los profesionales, avalan así la estrategia y valores de los Hospitales Públicos de Quironsalud en Madrid.
Y es que la prevención en salud, la experiencia del paciente y la gestión responsable, principales ejes de estas instituciones, que se basan en activos como su cuadro médico de primer nivel, su completa cartera de servicios y su vocación de innovación tecnológica y se guían por su filosofía de Trato y Tratamiento, que persigue unir a la mejor asistencia sanitaria el tratamiento más humano y cercano, marcan de forma transversal, y en la totalidad de su continuidad asistencial, los proyectos premiados.
Mejores trayectorias asistenciales para optimizar resultados, experiencia y valor añadido
Así, la primera iniciativa, desarrollada por la Unidad de Innovación Clínica y Organizativa (UICO) del grupo, es una “apuesta estratégica de la organización por un modelo asistencial y organizativo centrado en mejorar los resultados finales e incrementar el valor aportado, tanto a los pacientes como a la organización”, según explicó el Dr. Javier Arcos, subdirector asistencial del Hospital General de Villalba y coordinador de la UICO, al presentarla.
Un modelo diseñado inicialmente para el aparato locomotor por la alta prevalencia de problemas de salud en el mismo, su variabilidad organizativa y en la práctica clínica, la dificultad que presenta para homogeneizar información clínica y la ausencia de medición de resultados en salud de forma estructurada, lo que “abre la posibilidad de introducir nuevas formas organizativas e innovaciones en los sistemas de información”, dijo.
En definitiva, se trata de optimizar las trayectorias asistenciales para el paciente apoyándose en tecnologías de información y comunicación (TIC), implementando cambios organizativos y aplicando criterios de escalabilidad y aprendizaje que se traduzcan en resultados en materia de seguridad clínica, salud y calidad de vida, eficiencia y sostenibilidad, experiencia y voz del paciente y satisfacción de los profesionales.
Todo ello concretado en innovaciones específicas en todas las fases de la trayectoria clínica, empezando por la sospecha diagnóstica en Atención Primaria -con la implementación de protocolos de derivación a consultas monográficas consensuados por niveles de atención- y el diagnóstico, evaluación y planificación del tratamiento, donde el diseño e implantación de la Escuela de Prótesis ha mejorado la ruta informativa, optimizando la experiencia del paciente y reduciendo su estancia media.
Asimismo, en el momento del tratamiento se han estandarizado las derivaciones de Traumatología a Rehabilitación y Fisioterapia eludiéndose en un año más de 6.000 consultas sin valor añadido para el paciente; mientras que la estandarización de pruebas y revisiones tras la cirugía hasta en 31 procedimientos quirúrgicos en la fase de cuidados post tratamiento, recuperación y gestión de recurrencias activó más de 500 procesos postquirúrgicos y evitó unos 3.000 actos administrativos en tan solo tres meses.
Finalmente, como indicó el coordinador de la UICO -integrada también por Marta del Olmo y Ángel Blanco (directores, respectivamente, de Información y Atención al Paciente de los Hospitales Públicos de Quirónsalud en Madrid, y de Organización y Procesos y TIC de Quirónsalud) y los doctores Javier Dodero (director de Continuidad Asistencial de los Hospitales Públicos de Quirónsalud en Madrid), David Rodríguez (director de Continuidad Asistencial del Hospital Universitario Infanta Elena) y Juan Rey (jefe del Servicio de Cirugía Oral y Maxilofacial de los hospitales universitarios Rey Juan Carlos, Infanta Elena y General de Villalba)-, en la fase final de alta y coordinación con otros niveles asistenciales, el modelo introduce la evaluación de resultados en salud con metodología de evaluación PROMs y PREMs (medición de resultados y experiencias, respectivamente, percibidos por los pacientes) con formularios específicos apoyados en el Portal del Paciente (aplicación de desarrollo propio)
Así se consigue un modelo con unas características y valores estratégicos que el Dr. Arcos resumió: “Es multidisciplinar e integrador, al permitir la coordinación longitudinal entre niveles asistenciales; integra a todos los actores implicados (clínicos, pacientes y gestores); es responsable en el uso adecuado y eficiente de los recursos; transformador, al estandarizar y reducir la variabilidad, y romper la fragmentación existente; innovador por ofrecer trayectorias asistenciales avanzadas; orientado a resultados, que se evalúan en las tres dimensiones; y está continua mejora y búsqueda de la excelencia”.
Big Data para optimizar la continuidad asistencia Primaria-Especializada
En cuanto al segundo proyecto premiado, presentado por el Dr. Rodríguez –y desarrollado conjuntamente por el responsable de Big Data de los cuatro centros, Antonio Herrero, y por los directores de Continuidad Asistencial de los hospitales universitarios Fundación Jiménez Díaz, Rey Juan Carlos e Infanta Elena, los doctores Óscar Gómez, Carmen Plaza y Jesús Fernández, además del Dr. Dodero-, persigue utilizar el Big Data para rediseñar los procesos de derivación de Atención Primaria a Especializada, caracterizados por un elevado y creciente volumen de actividad, tanto en primeras consultas como en sucesivas, y optimizar así la continuidad asistencial del paciente.
“Se trata de mejorar la calidad de la atención del paciente derivado desde Primaria a consultas externas del ámbito hospitalario que permita la atención de este, del modo más eficiente, en el recurso más adecuado”, explicó el director de Continuidad Asistencial del Infanta Elena, concretando objetivos específicos para lograrlo como optimizar la accesibilidad de los pacientes, disminuir la variabilidad clínica eliminando revisiones que no les aportan valor, evitar la duplicidad de pruebas diagnósticas y aumentar la capacidad resolutiva de los profesionales.
Para ello, se seleccionaron Cardiología, Aparato Digestivo, Endocrinología, Oftalmología y Urología como primeras especialidades a incorporar por su elevado volumen de primeras consultas y sucesivas, la necesidad que tienen de disponer de pruebas diagnósticas para la valoración del paciente y el carácter especialmente colaborador del servicio. En ellas, se analizaron los partes de interconsulta (un total de 4.670) y se definieron los principales motivos de derivación, pudiendo clasificarse automáticamente más de 3.100 (un 75,68 por ciento) en un protocolo específico.
Posteriormente, relató el Dr. Rodríguez, “se identificaron las palabras clave que permiten clasificar cada motivo de consulta en un protocolo”, así como las alusiones a antecedentes personales y detección de negaciones, “definiéndose las pruebas diagnósticas necesarias para ser lo más resolutivo posible en una primera consulta y estableciendo un periodo de vigencia en caso de ya estar realizada la prueba”. Un paso que implicó el rediseño y normalización del proceso para todos los profesionales del servicio.
Finalmente, y tras la validación y ajuste del proceso, “se ha podido derivar un 75,6 por ciento de los pacientes (un total de 2.353) al recurso más adecuado y con las pruebas pertinentes realizadas, se ha reducido el índice sucesivas/primeras en un promedio de 0,3 puntos, se han detectado y evitado más de 2.000 peticiones de pruebas que ya estaban realizadas, con el consiguiente beneficio para el paciente, y se ha incrementado la resolución y las altas en primeras consultas en un 6 por ciento de media, llegando a superar el 40 por ciento en algunos servicios, lo que ha permitido reducir la demora para atender a otros pacientes y aumentar así la accesibilidad”, añadió.
Un balance claramente positivo que ha justificado que el proyecto se esté extendiendo ya a otros servicios como Hematología, Otorrinolaringología, Ginecología, Neumología, Reumatología y Geriatría, concluyó el Dr. Rodríguez.
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