Las aventuras de Darío Arjona, Blanca Gámez y Quino Romero llegan a su fin. La 1 finiquitó este lunes la primera temporada de Malaka, una de sus grandes apuestas de cara al último trimestre del año, que ha logrado mantener el tipo pese a enfrentarse a dos colosos de la talla de Got Talent España (Telecinco) y La Voz Kids (Antena 3).
Malaka aterrizó en la noche del lunes de La 1 el pasado 9 de septiembre con un doble episodio, una estrategia de lanzamiento motivada por la densidad de su piloto. TVE acertó con esta decisión y el primer capítulo firmó un 13,5% de cuota pantalla y 1.874.000 espectadores, mientras que el segundo anotó un 15,6% de share y 1.523.000 televidentes.{wbamp-show start}
{wbamp-show end}
La serie no pudo mantener el doble dígito en su segunda semana de emisión, lo que llevó al tercer episodio de Malaka a situarse en un 9% de cuota y 1.341.000 fieles. Esta tendencia a la baja se confirmó siete días más tarde, cuando la ficción protagonizada por Salva Reina, Maggie Civantos y Vicente Romero tocó fondo al cosechar un 8% de share y 1.150.000 adeptos.
A partir de ese momento, Malaka logró estabilizar sus audiencias y sus sucesivos capítulos se mantuvieron en torno al 8,5% de cuota y los 1,2 millones de espectadores. Eso sí, la serie no se pudo despedir de la audiencia con una alegría, ya que su último episodio cayó a mínimo tras marcar un 7,5% de share y 1.173.000 seguidores.
Malaka cerró su primera temporada con un 9,8% de cuota de pantalla y 1.351.000 televidentes de media, lo que el sitúa una décima por encima de la media de la cadena en octubre. Con estos números y teniendo en cuenta la dura competencia a la que se ha enfrentado durante estas semanas, TVE ha logrado salvar su primer reto del curso y firmar una serie que no desentona en audiencias, al contrario que el año pasado.
Más allá de los datos, el principal triunfo de Malaka ha sido las buenas críticas que ha obtenido por aspectos como la buena interpretación de sus protagonistas, el atrevimiento a realizar un proyecto de estas características en una televisión pública y en abierto o el tratamiento que han tenido personajes LGTB+ como La Tota. Pese a que las audiencias no han sido estratosféricas, TVE debe sentirse orgullosa de confiar en este modelo de ficción y no desfallecer en su apuesta por ofrecer contenido diferente a los espectadores.
Seguiremos Informando…
