Este especialista en microcirugía aplicada a las lesiones complejas de la mano y las extremidades se ha incorporado a la Unidad de Traumatología y Cirugía Ortopédica del Hospital Ruber Internacional. Una fractura se cura cuando el hueso es capaz de unirse de nuevo en uno solo. Sin embargo, esto no siempre ocurre. Así fue en el caso de Rocío Peñalba, una veterinaria cuyo brazo derecho sufrió una doble fractura de cúbito en un accidente laboral. Ninguna de las siete intervenciones a las que se sometió durante un periodo de dos años curó su fractura. Rocío no podía trabajar ni recuperar su vida normal. Finalmente le recomendaron acudir al doctor Ignacio Roger de Oña. Un especialista en microcirugía aplicada a las lesiones complejas de la mano y las extremidades. El cirujano le practicó una transferencia microvascular de un peroné de su pierna derecha a su brazo. La operación fue un éxito. Rocío ha recuperado la movilidad de su extremidad y aspira a reincorporarse a su trabajo en cuestión de meses.
El doctor Ignacio Roger de Oña actualmente se ha incorporado a la Unidad de Traumatología y Cirugía Ortopédica del Hospital Ruber Internacional. Él y su equipo de microcirugía han curado el 100% de los más de 100 casos de pacientes con pseudoartrosis o no unión de fracturas de huesos largos. Según explica el cirujano Roger de Oña, “la microcirugía es una técnica que, ante una zona que le falten tejidos o estén severamente dañados, aporta la posibilidad de cogerlos de otras partes del cuerpo -donde no sobren, pero sean más prescindibles – y transferirlos a la zona lesionada para solucionar el problema”. La reconstrucción microvascular de extremidades destaca por ser unas de las intervenciones quirúrgicas más demandantes a nivel técnico, que necesita de los conocimientos de una gran variedad de disciplinas médicas. Así, el doctor Roger de Oña posee formación en traumatología, cirugía vascular, cirugía plástica y neurocirugía. “Lo que he aprendido en EE. UU. y del doctor Pedro Cavadas- considerado como un referente mundial en el campo de la microcirugía- es que es mejor tener un cirujano que te solucione todo. Tener conocimiento de todas estas especialidades, aplicadas a un área anatómica concreta como las extremidades, es lo que te permite abordar casos complejos”, asevera el doctor.
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Uno de esos casos es la no unión o pseudoartrosis de fracturas. Cuando tienes una fractura el hueso está roto y tiene que volver a unirse para formar uno solo. Según este especialista, en más del 90% de casos se produce esa unión. Cuando no lo hace muchas veces es porque no le llega bien la sangre. “En este tipo de casos, transfieres un trozo de hueso de la rodilla con su arteria y vena a donde se ha producido la lesión. Si está vascularizado (conectado a la arteria y vena de la fractura) consigues que el hueso cure”, afirma Roger de Oña. “La rodilla es una zona que no deja secuela, te lo puedo coger y mañana estás andando. No hay muchos sitios donde pueda extraer hueso que le entre una arteria muy buena, con la suficiente longitud y que sea prescindible”. En ocasiones no es posible facilitar la regeneración natural del hueso, sino que hace falta sacar material óseo de una zona para sustituir al que falta. Así fue en el caso de la paciente Rocío Peñalba, a la que se le practicó exitosamente una transferencia vascularizada de su peroné.
Más allá de esto, la transferencia de dedos del pie a la mano es otra de las posibles aplicaciones de la microcirugía. Según afirma el doctor Roger de Oña, esta técnica quirúrgica se utiliza tanto para la reconstrucción de amputaciones completas de los dedos, así como para reconstruir los pulpejos de los mismos siendo el pulgar el dedo que se reconstruye con mayor frecuencia. En aquellos casos donde el paciente ha perdido completamente su pulgar, el equipo del doctor Roger de Oña ha desarrollado una técnica propia para su reconstrucción. Dicha reconstrucción se realizó mediante la trasferencia combinada parcial del primer y segundo dedos del pie. Así lo explica el doctor: “El primer dedo del pie se lo extraigo mientras que del segundo dedo le quito parte del hueso con la articulación para crear el pulgar que se incorpora a la mano”. El cirujano Roger de Oña ha transferido más de 200 dedos del pie a la mano. “La técnica de la transferencia de dedos del pie a la mano es una de las más demandadas técnicamente”. En España existen muy pocos centros donde se realicen este tipo de cirugías.
El desarrollo de secuelas tras quemaduras también puede lastrar la función de las extremidades. Al igual que las heridas crónicas o infecciones, que pueden incluso forzar su amputación. La microcirugía ofrece soluciones ante ambas situaciones. La mejora de la cobertura cutánea se aplica en el caso de secuelas de quemaduras o heridas extensas. Esto es, la trasferencia de piel sana junto con una arteria y una vena a las zonas que lo requieren dando una cobertura de calidad y con excelente resultado estético. Dado que, reconoce el especialista del Hospital Ruber Internacional, tras una quemadura se pierde movilidad en la extremidad. “La piel que rodea la mano presenta no solo una función de protección, sino que contribuye a la función pues debe ser elástica y de calidad para garantizar la movilidad y ser estéticamente aceptable dada la función social de la mano”.
Respecto a las infecciones o heridas crónicas, antes de iniciar la reconstrucción de la extremidad, se debe retirar todos los tejidos infectados que ya no son capaces de sanar. Una vez hecho, el siguiente paso es aportar tejidos sanos al área lesionada para recuperar la función de la extremidad. “Estos tejidos, que se transfieren mediante técnicas microquirúrgicas, pueden ser hueso vascularizado, musculo funcionante o piel y van a permitir solucionar un problema complejo que sin su conocimiento muchas veces se ve abocado a una amputación”, afirma Roger de Oña.
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