Hace unas semanas, en el contexto de una de las operaciones corporativas más mediáticas del año, se encendía un debate en Twitter al hilo de un desencuentro entre un periodista de un medio online y el director de comunicación de una de las compañías implicadas en la transacción.
El periodista acusaba al ‘dircom’ mostrando pantallazos de una conversación a través de Whatsapp de mentirle y frustrar la primicia de su medio al no confirmarle la noche anterior la información que él ya tenía por otra vía sobre la operación que se haría pública a la mañana siguiente. El director de comunicación, por su parte, se defendía alegando que nunca en su carrera profesional había mentido a nadie de forma consciente.
La polémica puso sobre la mesa varias preguntas para los que nos dedicamos a esto: ¿Cuáles son los límites del off the record? ¿Puede un empleado revelar o confirmar información financiera y sensible sobre su compañía antes de que se haga pública por el regulador competente (en este caso la CNMV)? ¿Con cuánta frecuencia el responsable de comunicación trabaja sin contar con toda la información necesaria por parte de sus clientes o de otros departamentos de la compañía? ¿Es ético que se hagan públicas en redes sociales las conversaciones informales entre periodistas y equipos de comunicación?
La confianza es uno de los pilares fundamentales del trabajo en comunicación corporativa. El director de comunicación es, en muchos casos, la bisagra entre la prensa y las empresas y, por tanto, también el responsable del delicado equilibrio entre los intereses de la compañía a la que representa y las necesidades de periodistas y medios de comunicación. Que se establezcan vínculos de confianza tanto entre el consejo de administración y el equipo de comunicación, como entre el equipo de comunicación y los periodistas que cubren habitualmente informaciones sobre la compañía en cuestión, es crucial para fomentar la transparencia y que todos los implicados puedan desempeñar su trabajo de la mejor manera posible.
El off the record, las declaraciones que acaban finalmente citadas como “fuentes del sector” y la información embargada son una constante en el trabajo con los medios, pero en este juego es necesario que los participantes tengan sus cartas boca arriba. Me viene a la cabeza el famoso lema de los hoteles Ritz, extrapolable a este trabajo nuestro de la comunicación corporativa: “Somos damas y caballeros al servicio de damas y caballeros”.
Seguiremos Informando…
Por Diana Cortecero Esquivel, Directora de Cuentas en COMCO.