Los países asiáticos lo han vuelto a hacer. Al igual que en las Olimpiadas de Matemáticas o de Física, los primeros puestos en el ranking del Informe PISA, cuyos resultados se han dado a conocer hoy mismo, los ocupan China, Japón, Singapur y Corea, entre otros.
En esos países, además de unos profesores muy preparados para dar las mejores clases de matemáticas, parece claro que también hay rasgos del carácter que ayudan. De ahí que, igualmente, sean alumnos de origen asiático los que dominen ahora mismo las competiciones mundiales con los números.
Práctica diaria, entrenar los fallos o entender las matemáticas como un lenguaje son algunas características de los países asiáticos que se pueden tratar de fomentar desde casa o desde el propio colegio, con métodos tecnológicos de aprendizaje como Smartick que, con inteligencia artificial, se adaptan al perfil de cada alumno y, a la vez, fomentan que trabaje de manera muy concentrada y crea un buen hábito de estudio.
PISA señala lo poco que en España se hace uso de la mejor tecnología para poder completar la labor de los docentes. Es imposible que un profesor pueda mandar deberes personalizados acorde al nivel de cada alumno, pero métodos personalizados como Smartick sí permiten que los contenidos se adapten al ritmo y capacidad de cada niño, ofreciéndole los contenidos que precisa reforzar. Cada curso con notas mediocres o suspensas en matemáticas demuestra que un porcentaje significativo de la clase ha dejado de enterarse de lo que ocurre en la pizarra. Un camino seguro al estancamiento o retraso escolar, como apuntan los índices en España, que se sitúa entre los 13 países de los 79 que no han experimentado cambios significativos e incluso ha bajado varios puntos en matemáticas.
Otro dato destacado es el retraso en conocimientos matemáticos que muestran los alumnos españoles con respecto a los alumnos de otros países como China. La diferencia de puntos conseguidos en las pruebas entre unos y otros se traduce en un retraso de hasta dos cursos académicos. Los resultados de los alumnos que hacen Smartick, por el contrario, demuestran que se pueden adelantar más de dos cursos respecto al nivel que les correspondería por su edad, gracias al entrenamiento diario y a la personalización y adaptación de contenidos que hace posible la tecnología.
¿Por qué es tan importante hacerlo bien en matemáticas? Hay diversos estudios que correlacionan cómo se hace en PISA y cómo crece el producto interior bruto (PIB). Además, según un último informe encargado por el Gobierno británico, aquellos alumnos que escogen matemáticas en el bachillerato consiguen luego mejores sueldos que los que no lo han hecho. Nada raro dado los déficits en tecnólogos que están señalando las instituciones.
Según el documento sobre matemáticas de la OCDE, deberíamos enseñarlas favoreciendo competencias como la capacidad de razonar, de discriminar datos y tener constancia, y esta es precisamente una de las prioridades del equipo pedagógico de Smartick. Otra de las recomendaciones que hace la OCDE es contextualizar los problemas en escenarios que sean familiares a los niños, algo que también forma parte de este método online de aprendizaje de matemáticas para niños de 4 a 14 años. Y, además, se pone mucho énfasis en pensamiento computacional, un aspecto que igualmente se puede trabajar con la ayuda de la tecnología.
“Los niños que van bien en mates con 7 u 8 años, que han desarrollado interés por los números y que, además, aplican las capacidades aprendidas a todos los aspectos de la vida, harán en el fututo un excelente examen de PISA”, afirma el cofundador de Smartick, Javier Arroyo.
No es casualidad que los más de 50.000 alumnos de 100 países que ya usan Smartick a diario hayan logrado incrementar un 94% su capacidad de cálculo y agilidad mental y mejorado notablemente su nota en matemáticas (el 83%) y el resto de las asignaturas.
Javier Arroyo está convencido de que “estos alumnos, que hasta los 14 años estarán reforzando no solo sus conocimientos de cálculo mental sino también de comprensión lectora, serán sin duda los que a los 15 saquen a España de las eternas posiciones intermedias en PISA y nos igualen a Asia en el ranking de los países que obtienen los mejores resultados en matemáticas”.