La Navidad trae consigo innumerables mitos y bulos, incluidos varios sobre los alimentos típicos de la época. Conscientes de ello y como expertos en esta área, desde IMF Business School han elaborado una guía con 5 bulos que tradicionalmente han pasado de generación en generación y que no son tan reales como los pintan.
1.- La cabeza es lo mejor de la gamba: No es real. En la cabeza de los mariscos hay colesterol y cadmio, un metal pesado que contamina los mares y se acumula en las vísceras de las cabezas de los crustáceos. Además, a la mayoría de los mariscos, también los congelados, para prolongar su vida y mantenerlos más frescos se les añaden sulfitos y éstos se concentran en las cabezas.
2.- Tapar el jamón con su propia corteza es bueno para conservarlo: Falso. Lo único que conseguimos es que no se oxigene, pero que su sabor cambie. Los expertos jamoneros aconsejan ponerle encima un paño o lonchas muy finas de tocino adheridas perfectamente a la superficie del corte para evitar que se acabe resecando o enmoheciendo y comerlo cuanto antes.
3.- Usar una cuchara para mantener las burbujas: Falso. Otras de las estampas típicas durante las comidas de Navidad es ver las botellas de espumosos o bebidas gaseosas con una cuchara de plata con el mango colgando dentro para evitar que el gas se pierda. Entre los argumentos que utilizan para apoyar esta idea que no tiene base científica demostrada es que mantendría el aire más frío y esto haría que las burbujas desaparecieran más lentamente.
4.- Tragarse las pepitas de las uvas es malo: Falso. No solo no es malo si no que las semillas de uva previenen enfermedades cardiovasculares y mejoran la circulación sanguínea; contienen vitaminas C y E, betacarotenos y polifenoles que, además de fortalecer el sistema inmunológico, previenen el envejecimiento prematuro gracias a su acción antioxidante.
5.- El turrón sin azúcar no engorda: Falso. Un informe de la Organización de Consumidores (OCU) alerta que el turrón sin azúcar tiene sólo 54 calorías menos que un turrón tradicional. De hecho, al comparar uno con otro han visto como el turrón sin azúcar tienen una media de 4,5% más de grasa y solo un 11% menos de calorías. Por lo que aunque contienen menos cantidad de azúcar, ni son menos calóricos ni contienen menos grasas.
Seguiremos Informando… {wbamp-show start}
{wbamp-show end}