Es un nombre recurrente. Podemos recordar a Marco el de Heidi; la moneda alemana que por culpa de los ingleses, y de sus guerras y complejos volverá; La agencia Marco de Comunicación, Marco el cerrajero… Al final la palabra Marco significa un espacio que tiene unos límites claros para todos, de hecho, las sociedades avanzadas crean sus propios Marcos, a las que ponen distintos nombres, pero que todos entendemos como constituciones. En ellas nos damos el Marco de convivencia, y encorsetada, porque existe el límite, es una herramienta, la Herramienta, de la que nos dotamos para parecer que todos somos iguales, ¡MENTIRA! Luego: ¿vale el Marco? O lo tenemos que cambiar…
Nos hemos hartado de ver entrar políticos en la cárcel: ‘Nunca se va a restaurar la posición de lo robado. Nunca se pedirá perdón’. Y, gracias a ello hemos visto desfilar a ministros, alcaldes, presidentes de comunidades, concejales, empresarios… Y, ¿dónde están los urdangarines de la España que huele a queso? Pues, como todos bien sabemos en la calle, realizando obras de caridad, cuando no en tercer grado, o en casa porque se está muriendo, o se ha ido fuera de España porque le perseguían, o es víctima de destrucción por parte del Estado, porque es el hijo del hermano del cuñado de su padre.
Por su parte, los Medios de Comunicación pagados a sus editores hasta las trancas, adocenados los plumillas, muerto el estado de libertad, y pateado el estado de derecho, por unos nuevos conceptos que son los que desterraron con la marcha de los sobrecogedores, barandilleros y vividores de la nada. Sólo hace falta escuchar, leer o mirar las tertulias: Abogados que no han ganado un caso en su puta vida, y son alzados por sus ‘compañeros’, entre los que puede haber violadores, estafadores o Ruíz Mateos de esta era… Hasta los periodistas que parecen libres, dependen de Montesinos o de Oliver, que tanto montan que se caen. Y los compañeros, al turrón. Y un nuevo gobierno y una patada en los huevos de la prensa: ¡No hay preguntas!, los que tienen que saber las claves, las recibirán como corresponde… Así lo hacia Franco, y así lo hacen Maduro, Fernández, Morales… A la forma y manera de los más chulos de la clase. La prensa, como Montesquieu ha muerto y están enterradas. ¡Si hubiese cobrado de Montilla!, ahora estaría jubilado. Si hubiese callado Pocerolandia. Si hubiese mirado para otro lado con González, Sánchez, Aguirre… ellos si han sabido torcer la mirada de los incómodos… Porque nunca nadie hablará de lo que la Espe le dio a El País, El Mundo… y ahora se lo pagan así, pobre, y pobres periodistas. Lo mejor es seguir en las tertulias, que se lo digan a la jeta de la Vanguardia y sus acólitos, y cuando llegue el descanso, que sea reconocido, con placa y eterno… ¡Viva la Libertad de Expresión de todos estos libertinos y libertarios de puticlub! ¡Ah!, aquí el Marco es el de la época del facha Merino: ‘Conmigo o contra mi!
Un Marco, dos Marcos, tres Marcos… la luna es un Marco donde vivo yo… Un cuento, dos cuentos, tres cuentos… los niños tenemos en televisión…
pedro aparicio Pérez
editor y director de prnoticias.com
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