La cadena de supermercados Dia continúa en medio del temporal tras meses y meses a la deriva, y no parece que la situación vaya a cambiar próximamente. Desde hace un año, la entidad ha contado con varios Consejeros Delegados y dos directores de comunicación y con varios procesos judiciales.
En los últimos días, Alejandro Abascal ha imputado a Ricardo Currás, Amando Sánchez, Antonio Arnanz, y a otros dos directivos de Dia por presuntos delitos de administración desleal y falsedad contable. Abascal considera que Ricardo Currás falseó las cuentas del grupo en 52 millones de euros para cobrar su bonus mediante la emisión de cargos ficticios a proveedores o dejar de contabilizar facturas.
Tal y como recoge El País, la auditora forense de EY cita cuatro actividades ilícitas de la compañia. La primera de ellas, la previsión de ingresos no justificada DWT: 6,20 millones de euros. La segunda, la regulación indebida de facturas pendientes de recibir con una cifra de 18,30 millones de euros. La tercera, indebida contabilización de ingresos de Bill Backs a proveedores de la Red Libra: 21,70, en cuarto lugar, la no contabilización del bonus salarial: 5,50 millones.
Anteriormente, la Fiscalía citó a declarar como investigado al ruso Mikhail Fridman. El motivo que llevó al actual dueño de Dia a los tribunales es la puesta en marcha de diversas acciones para aprovecharse de la situación de quiebra de la firma Zed WorldWide y adquirirla por veinte millones de euros, cantidad que estaría muy por debajo de su valor real.
De este modo, el grupo Dia sigue sin encontrar la tranquilidad y estabilidad necesaria para recuperar la confianza de los clientes. No osbtante, el supermercado se sitúa como la tercera cadena preferida de los españoles después de Mercadona y Carrefour con un 6,6% de cuota mercado, un punto menos que el año pasado.
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