El regreso a la televisión de ¿Quién quiere ser millonario? por su 20º cumpleaños ha acabado convirtiéndose en uno de los grandes aciertos de la temporada. El espacio, que esta nueva etapa ha estado comandado por Juanra Bonet, volvió a la parrilla de Antena 3 el pasado miércoles 22 de enero para conmemorar sus dos décadas de vida y, a lo largo de las cuatro entregas especiales que la cadena había ideado como homenaje, ha demostrado que es un formato que aún tiene mucha vida por delante.
Antena 3 decidió mandar ‘¿Quién quiere ser millonario?’ al miércoles, un prime time en el que ha tenido que competir contra Planeta Calleja, El pueblo, Néboa y Auténticos. Las dudas acerca de cómo funcionaría un programa que lleva tanto tiempo fuera de antena (su última edición data de 2012 y fue cancelada por sus bajas audiencias) se disiparon muy rápido: en su primera entrega, el espacio se apuntó un 17,4% de cuota de pantalla y 2.404.000 adeptos, lo que le convirtió en la oferta más seguida de la noche.
El otro gran temor que existía era que, una vez pasada la expectación de su vuelta, el interés en el concurso se desinflase, un miedo que, siete días después, también se esfumó. En su segunda semana en antena, ¿Quién quiere ser millonario? aguantó el tipo y cosechó un 17,8% de share y 2.164.000 televidentes, afianzándose como el programa más potente de Antena 3 en este arranque de 2020. Pese a bajar ligeramente, las dos últimas entregas programas del espacio fueron capaces de retener el liderato tras cosechar un 17% de cuota y 2.059.000 fieles y 16,4% de share y 1.987.000 seguidores, respectivamente.
Renovación más que merecida
Conscientes de lo difícil que es dar con un programa capaz de resistir el paso del tiempo y seguir marcando grandes audiencias 20 años después de su estreno, Antena 3 ha decidido alargar el fenómeno con la grabación de nuevas entregas. Tal y como desveló El Televisero, la cadena de San Sebastián de los Reyes ha renovado el formato, que continuará más allá de los cuatro programas que se habían previsto en un principio.
De la mano de ¿Quién quiere ser millonario?, Antena 3 ha certificado que, en un ecosistema colapsado por realities y ficciones, aún queda hueco para los concursos de cultura general, que en los últimos tiempos habían sido desterrados de la franja estelar. Con su retorno, el formato ha demostrado que optar por ideas que ya demostrar su eficacia en el pasado es un acierto siempre y cuando se le aplique un lavado de cara que le conecte con las tendencias actuales.
De ahí que escoger como presentador a un Juanra Bonet que encadena varios años de dulce y entender que, en un tiempo en el que los concursantes se han convertido en grandes estrellas (y si no que se lo digan a Los Lobos o a Fran González), apostar por hacer una suerte de ‘all star’ de ganadores de otros formatos renueva el interés del público por un programa hayan sido factores decisivos a la hora de terminar de elevar el espacio a los altares.
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