Las enfermedades pulmonares intersticiales difusas (EPID), con una incidencia de 7,6 casos por cada 100.000 habitantes en España, constituyen un grupo muy amplio y heterogéneo de afecciones que comparten, entre otras, manifestaciones clínicas, expresión radiológica y alteraciones funcionales respiratorias. La tos seca y la disnea progresiva (percepción subjetiva de dificultad respiratoria) constituyen la clínica más habitual y las patologías más frecuentes son la fibrosis pulmonar idiopática (FPI), que representa el 40 por ciento de los casos, y la sarcoidosis.
Frente a esta prevalencia y la variedad de patologías que engloba, y con el objetivo de formar específicamente a los profesionales médicos de los dos niveles asistenciales en las últimas novedades referentes a estas afecciones, el Hospital Universitario Rey Juan Carlos, integrado en la red sanitaria pública de la Comunidad de Madrid, ha celebrado hace unos días su I Jornada de Actualización de Enfermedades Pulmonares Intersticiales Difusas.{wbamp-show start}
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“Desde hace unos años, disponemos de tratamientos que han demostrado eficacia en la fibrosis pulmonar idiopática, cobrando una nueva importancia el diagnóstico precoz de esta enfermedad”, afirman los doctores Mercedes García- Salmones y Alejandro Martín de San Pablo, jefa y especialista, respectivamente, del Servicio de Neumología del centro y co-directores de la jornada.
Concretamente, en la actualidad están disponibles dos nuevos tratamientos para el abordaje precoz de la fibrosis pulmonar idiopática, una de las EPID más frecuentes y agresivas que afectan a la población. “Son dos fármacos antifibróticos, llamados pirfenidona y nintedanib, que permiten tratar a estos pacientes desde estadios precoces de la enfermedad”, explica el Dr. Martín de San Pablo.
Estos tratamientos se complementan, además, con la rehabilitación respiratoria, “una herramienta terapéutica más en todas las patologías crónicas y progresivas que permite trabajar la función de la musculatura respiratoria, mejorando así la clínica y la calidad de vida de estos pacientes”, indica este profesional.
Un equipo multidisciplinar para un diagnóstico preciso
El diagnóstico de este tipo de patologías respiratorias es multidisciplinar, por lo que se precisa un equipo formado por diferentes especialistas: neumólogos, radiólogos, anatomopatólogos, etc. “Una parte importante de los pacientes con EPID puede diagnosticarse solo a través de un contexto clínico-radiológico y analítico, sin necesidad de realizar pruebas más invasivas”, asegura la Dra. García Salmones, quien añade que “las pruebas radiológicas más utilizadas son la radiografía de tórax y la tomografía computarizada (TAC) de alta resolución de tórax”.
Cuando las pruebas previas no son suficientes para alcanzar un diagnóstico definitivo, es necesario recurrir a procedimientos que permiten tomar una muestra anatomopatológica del tejido pulmonar afectado. “En este caso se hace necesario realizar una broncoscopia, una prueba que nos permite visualizar directamente el árbol bronquial y recoger muestras del tejido pulmonar mediante diversas técnicas, tales como el lavado bronquioalveolar, la biopsia transbronquial convencional y la criobiopsia pulmonar”, comenta la especialista. Cuando las muestras tomadas mediante dichas técnicas no son suficientes para conseguir un diagnóstico, es necesario recurrir a una biopsia pulmonar quirúrgica.
El Hospital Universitario Rey Juan Carlos dispone de un comité multidisciplinar de patología pulmonar intersticial, además de todo el arsenal diagnóstico y terapéutico necesario para el tratamiento completo de este tipo de enfermedades. “En nuestro hospital es posible la realización tanto de la criobiopsia pulmonar como de la biopsia pulmonar quirúrgica. Además, disponemos de un amplio servicio de rehabilitación respiratoria capaz de aplicar la mayoría de las técnicas de fisioterapia respiratoria existentes”, concluye la Dra. García Salmones.
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