Ángel González,
Presidente de la Asociación 361º y Director Creativo Ejecutivo de Grupoidex
En estos días de teletrabajo, incertidumbre y aplausos en los balcones, no puedo dejar de pensar en la que posiblemente sea la campaña de comunicación más brillante de los últimos tiempos: Pastillas contra el Dolor Ajeno. Para quien no esté familiarizado con ella (preguntar por la campaña dentro del sector es el equivalente a preguntar a cualquiera si recuerda el gol de Iniesta en la final del Mundial) fue idea de un tío de Murcia. El creativo Jorge Martínez se presentó por iniciativa propia ante Médicos sin Fronteras y les trasladó una idea aparentemente pequeña, pero que escondía dentro algo enorme. Un “algo” capaz de cambiar el día día de mucha gente.
A grandes rasgos, la campaña consistía en la venta en farmacias de cajas de caramelos en un packaging similar al de los medicamentos. El euro que costaba cada caja de aquellas “Pastillas contra el Dolor Ajeno” se destinaba íntegramente a la compra de medicamentos reales para aquellas personas que más lo necesitaban en las distintas partes del mundo donde Médicos sin Fronteras trabaja. En tan solo tres meses, se vendieron alrededor de 3 millones de cajas (o sea, que se recaudaron 3 millones de euros para medicamentos). Dan ganas de averiguar la dirección de Jorge Martínez y (aunque ahora mismo no sería nada recomendable) presentarse en su casa para abrazarlo fuerte. Por ser un tipo de talento inconmensurable. Pero, sobre todo, por ser profundamente humano.
En realidad, lo que Martínez hizo en su día es aplicar esa humanidad a lo que siempre estamos haciendo en el sector: buscar soluciones sencillas para problemas más o menos complejos. Darle al ingenio para aportar algo que, idealmente, nadie haya aportado antes. Creo que, en la situación que nos está tocando vivir, el sector de nuestra provincia (y el sector, en general) tiene mucho que decir. Nos pasamos la vida trabajando con ideas, y tenemos la tremenda suerte de que las ideas son, precisamente, los únicos cimientos sobre los que se pueden construir realidades y acciones que tengan el potencial de ir mucho más allá de un simple slogan o una pieza ingeniosa en Instagram. Más allá de “Pastillas”, muchas otras acciones y campañas lo han demostrado a lo largo de los últimos años.
Si hay un momento en el que es imprescindible seguir demostrando el poder de una simple idea, es ahora. Aplicándolas a lo que vemos, sufrimos y sentimos todos durante estos días. Tomándonos nuestro trabajo como algo más que una respuesta a un briefing. Proponiendo desde nuestro sector iniciativas y soluciones que, de verdad, supongan una diferencia en el día a día de millones y millones de personas.
Pongamos en cuarentena nuestra obsesión por engordar el portfolio y ganar premios para poner al servicio de la sociedad una capacidad que nuestro sector ha demostrado poseer en muchísimas ocasiones: la de señalar vías para hacer de este mundo un lugar un poquito mejor en unos tiempos de entrega imposibles.