La 1º ola del EGM de 2020 vuelve a encumbrar a Javier del Pino como rey del fin de semana. A vivir arranca el año revalidando su liderato tanto los sábados como los domingos, mientras que Carles Mesa logra tomar aire al frente de No es un día cualquiera y Jaime Cantizano aprieta la lucha por el segundo puesto. La gran perdedora es Cristina López Schilichting, que lastra el buen dato global de COPE al hundir sus mañanas.
Los sábados, A vivir amplía su liderato tras quedarse a las puertas de alcanzar los dos millones de fieles. El espacio de la SER acumula 1.997.000 oyentes, lo que supone la incorporación de 75.000 nuevos adeptos (+3,9%) a sus filas. A nivel interanual, el programa evidencia que la regularidad es una de las claves de su éxito y firma una ligera subida del 0,4% (+8.000 seguidores) en comparación al dato obtenido en la primera oleada de 2019.
Su rival más inmediato es Por fin es lunes, que vive uno de sus mejores EGM y se impone a No es un día cualquiera en la lucha por la segunda plaza. El formato que conduce Jaime Cantizano dispara los datos de su entrega del sábado, que alcanza los 729.000 oyentes tras incrementar su audiencia en un 28,1% (+160.000 fieles). Por su parte, Carles Mesa mejora los datos cosechados en su debut al frente del matinal de RNE y anota 677.000 seguidores, apuntándose una subida del 4,5% (+29.0000 seguidores).{wbamp-show start}
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Peor le van las cosas a Cristina López Schilichting, que no vive su mejor momento al frente de Fin de semana. El matinal de COPE, que acumula 664.000 oyentes, comienza el año dejándose 172.000 seguidores con respecto a la anterior oleada, lo que se traduce en una caída del 20,6%. El varapalo es más suave en el plano interanual, ya que el formato retrocede un 4,2% (-29.000 adeptos) en comparación a los resultados alcanzados hace justo un año.
Domingos: Carles Mesa brilla pero se queda lejos de Javier del Pino
La alegría de Javier del Pino no es completa debido al importante bajón de audiencias que experimenta A vivir los domingos. El espacio no logra mantener los excelentes datos que cosechó en noviembre, cuando logró su récord histórico, y cae hasta los 1.653.000 oyentes tras perder 380.000 fieles (-18,7%) en un cuatrimestre. Aunque el matinal de la SER no ve peligrar su liderazgo, su desplome hace que la ventaja que mantiene con respecto a su inmediato competidor (No es un día cualquiera) se reduzca notablemente y pase de 1.216.000 a 878.000 seguidores en menos de cinco meses.
El formato que comanda Carles Mesa es el único capaz de crecer ambos días, lo que le permite escalar dos posiciones y situarse como la segunda oferta preferida por la audiencia en su franja. En su entrega dominical, No es un día cualquiera suma 775.000 fieles, apuntándose un crecimiento del 40,9% (+225.000 seguidores). Además, el comunicador logra mejorar el registro marcado por Pepa Fernández durante la primera oleada de 2019, mejorando un 12,3% (+85.000 adeptos) el rendimiento del programa.
Cierra el podio Jaime Cantizano, que gana un puesto con respecto a noviembre de la mano de Por fin no es lunes, que congrega a 596.000 oyentes en su edición del domingo. Pese a que pierde cierto seguimiento en comparación a la anterior oleada (cae un 3,9%), el espacio logra afianzarse en la parrilla de Onda Cero al incrementar su audiencia un 19% (+95.000 adeptos) a nivel interanual.
La clasificación la vuelve a cerrar Fin de semana, que completa un EGM para olvidar. El espacio de COPE se conforma con anotar 578.000 oyentes en su entrega dominical, que experimenta una bajada del 29,3% (-239.000 seguidores). Tal y como sucede los sábados, el batacazo es menor (-2,4%) en comparación al dato logrado hace 12 meses, lo que evidencia que la primera oleada del año no suele traer noticias positivas para Cristina López Schilichting.
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