Unidad editorial ha sido la última compañía en nuestro país que ha dado luz verde a un ERTE que ha afectado a la totalidad de las plantillas de El Mundo, Marca y Expansión. Una rebaja de entre el 20 y el 100% del sueldo y la jornada laboral que ha provocado que en delegaciones como la de Baleares se haya suspendido la distribución de la edición en papel hasta el próximo mes de septiembre.
Los 450 trabajadores que componen la plantilla de estas tres cabeceras se verán afectados por un ERTE durante los cuatro próximos meses. Esta ha sido la última gran editora de nuestro país que ha anunciado recortes en sus plantillas, sin embargo no ha sido la única. Todos los grandes grupos de nuestro país se han acogido a medidas excepcionales para hacer frente a la crisis que ha generado el coronavirus.
Una de las que más críticas ha recibido ha sido Prensa Ibérica, que además fue una de las primeras compañías que anunció recortes en sus cabeceras. En términos generales, la compañía que dirige Javier Moll ha ejecutado un ERTE del 50% de la jornada laboral, y por lo tanto, del sueldo de todos los empleados en 17 de sus cabeceras durante un mínimo de tres meses.
El grupo Joly, con una importante presencia en Andalucía anunció a mediados de abril que la plantilla que componen sus diez cabeceras tendrían que afrontar una reducción de entre el 35% y el 70% de su jornada y sueldo. Además, empresas como Vocento también anunciaron varias semanas después del estallido de la crisis que ejecutarían un ERTE del 40% en algunas áreas de sus diarios, aunque aseguraron que se ceñirían a los departamentos de administración y negocio, intentando evitar salpicar a las redacciones.
También Henneo ha confirmado la ejecución de un expediente de regulación de empleo temporal. Concretamente afectando a tres de sus cabeceras, entre las que se encuentra el diario 20 Minutos. Aunque no han especificado las condiciones, no todos los empleados tendrán las mismas reducciones, que se prolongarán durante los próximos tres meses.
Mientras tanto, la prensa de nuestro país sigue esperando ayudas públicas que permitan afrontar la crisis provocada con el coronavirus sin más cargas contra las plantillas. Desde marzo, algunas de las editoras han contabilizado sus pérdidas por inversión publicitaria en un 80% de la facturación que tenían prevista, dejando al sector sumido en una crisis que hay que sumar a la que ya vive el papel y a la búsqueda de nuevas vías de financiación.
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