La crisis de la Covid-19 ha supuesto un importante mazado en las cuentas económicas de las editoras de nuestro país. A la ya difícil situación para encontrar nuevas vías de financiación, hay que sumar las pérdidas por la falta de inversión publicitaria.
Solo hace falta revistar los resultados económicos que compañías como Prisa, Vocento o Unidad Editorial han presentado en el primer trimestre del año. Todos ellos han visto empeorar las perspectivas que tenían a principios de año. Vocento ha ingresado más de seis millones de euros menos en el arranque de 2020, que en el de 2019, mientras que Prisa ha comenzado el año elevando sus pérdidas en más de 40 millones de euros.
Ambas compañías han puesto en marcha varios ERTE que han afectado a su plantilla para reducir los costes y hacer frente a la crisis, pero las perspectivas del sector no son halagüeñas. Estas reducciones temporales no serán suficientes para paliar la escasez de ingresos que tienen los medios escritos de nuestro país.
La apuesta de muchos de ellos pasa por incrementar sus ingresos digitales, uno de los pocos balones de oxígeno de las editoriales. Muchas de ellas han encontrado en la instauración de los muros de pago un salvavidas que aunque arriesgado, ha servido para ver incrementados sus ingresos.
Tareas pendientes
No obstante, un estudio realizado por Ditimedios asegura que los grupos de comunicación de nuestro país se encuentran en cifras muy inferiores a la media europea. Los principales grupos europeos sostienen el 50% de sus ingresos en su rama digital, algo que en España no alcanza el 30%.
Según explica el propio estudio, en la mayor parte de los casos, ese aumento del peso de las actividades digitales no responde a incrementos significativos del negocio. En todo caso, responde al descenso de la facturación total de los grupos. Por este motivo, los expertos apuntan a que parte de la solución pasa por la diversificación de sus fuentes de ingresos. Lo que es lo mismo, dedicarse a sectores ajenos a la comunicación. El mejor ejemplo es el reporte económico que Vocento ha obtenido gracias a su apuesta por el sector de la restauración o de la educación en el caso de Prisa.
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